Verduras que nunca deberías comer crudas, y otras que pierden sus propiedades cuando las cocinas
Las verduras no pueden faltar en ninguna dieta que sea saludable. Pero el aprovechamiento que hagamos de sus nutrientes dependerá de cómo las tomemos, si cocinadas o crudas.
Las verduras, según numerosos estudios, deben ocupar un lugar muy destacado en nuestra dieta y lo recomendable es que las consumamos a diario. Ahora, de la forma en que lo hagamos, es decir, crudas o cocinadas, va a depender cuánto aprovechemos los nutrientes que nos tienen que ofrecer. Conocer cuál es la mejor forma de tomarlas es de gran ayuda a la hora de planificar nuestra alimentación.
Alterna las verduras crudas con las cocinadas, y aprovecha para tomar estas últimas por la noche, ya que las podrás digerir mejor.
Verduras que es mejor tomar en crudo
Las verduras como el brócoli, la coliflor o las coles de bruselas las solemos cocinar antes de comerlas, porque si no lo hacemos pueden resultar indigestas. Pero lo cierto es que su principal valor, su contenido en vitamina C, se pierde cuando las cocinamos.
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En cualquier caso, el brócoli, la coliflor y la col rizada pueden también consumirse crudas. El caso del brócoli es digno de destacar, porque al comerlo crudo se triplica su cantidad de sulforafano, una sustancia que se relaciona con la prevención del cáncer, las enfermedades y la diabetes. Ya que las altas temperaturas destruyen el sulforafano, si no queremos consumirlo crudo, lo mejor es cocinarlo al vapor. Esta sustancia también se encuentra en otras verduras como los grelos, la lombarda, la coliflor, o el kale. El pimiento, repleto de vitaminas y minerales, pierde dos tercios de sus propiedades si lo cocinamos.
Las verduras, según numerosos estudios, deben ocupar un lugar muy destacado en nuestra dieta y lo recomendable es que las consumamos a diario. Ahora, de la forma en que lo hagamos, es decir, crudas o cocinadas, va a depender cuánto aprovechemos los nutrientes que nos tienen que ofrecer. Conocer cuál es la mejor forma de tomarlas es de gran ayuda a la hora de planificar nuestra alimentación.
La cebolla también conviene consumirla cruda si queremos aprovechar todos su beneficios. Su poder antiinflamatorio, antioxidante y antimicrobiano no se pierde completamente cuando la cocinamos. Además, si las comemos crudas pueden ayudarnos a prevenir enfermedades de tipo coronario.
Si no te importa comer el ajo crudo podrás aprovechar su efecto antioxidante y cuidar tu tensión arterial, ya que esto desaparece en el momento en que lo cocinamos.
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Verduras que es mejor cocinar
La zanahoria, que es una hortaliza que consumimos cruda con mucha facilidad, ya sea en ensaladas o en crudités, resulta que es al cocerla cuando nos permite aprovechar mejor todas sus vitaminas y minerales, como los betacarotenos y la vitamina A. Además, cocida se digiere mejor que cruda.
Las espinacas son ricas en hierro, calcio, magnesio y zinc, pero estos nutrientes, si las cocemos, también se absorben mejor por el organismo que cuando las tomamos crudas en ensalada.
Los tomates (que aunque son una fruta se usan como hortaliza), al cocinarse aumentan la cantidad de licopeno que contienen, y este se relaciona, según distintos estudios con un menor riesgo de desarrollar algunos tipos de cáncer y enfermedades cardíacas. Es cierto que al cocinarse el tomate pierde gran parte de su vitamina C pero, como compensación, aumenta el licopeno y su poder antioxidante.
Por otro lado, hay hortalizas como la patata y la berenjena que se deshacen de un elemento tóxico, llamado solanina, cuando las cocinamos.
Cómo cocinemos las verduras también importa, y mucho, a la hora de aprovechar sus nutrientes. La cocción al vapor siempre va a favorecer que sea menor la pérdida de vitaminas que si las cocemos. Pero si optamos por esto último, debemos aprovechar al máximo el caldo de la cocción, porque ahí es donde van a parar todos los nutrientes de las verduras.
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