No hay faceta a la que el coaching no esté llegando. Personal, empresarial, familiar… esta disciplina se ha posicionado como una de las grandes herramientas de nuestro tiempo para conseguir objetivos, fortalecer vínculos, autoconocernos o ganar autoestima. Y el mundo del cine, televisión o teatro no ha permanecido al margen. Sobre coaching dirigido a actores hemos charlado con Maitane San Nicolás, actriz y coach especializada en el terreno interpretativo. "Se trata de un entrenamiento personalizado donde se ofrecen herramientas para potenciar las capacidades y habilidades del actor" que, tal y como apunta, tiene sus particulares circunstancias.
"Debido a la cantidad de producciones de cine y series de televisión actuales, con apretados planes de rodaje, suele haber poco tiempo para los ensayos. Los actores estamos solos y de esta forma podemos trabajar el personaje con más en profundidad y llevar una propuesta al director", explica. "La figura del coach nos permite preparar los personajes con una visión más objetiva. Podemos explorar y permitirnos jugar con el texto en múltiples formas, hasta encontrar aquello donde el personaje adquiera su mayor dimensión, sin estar pensando en cada cosa que hacemos. En la interpretación fluir es fundamental y la figura del coach está ahí para que el actor pueda liberarse de la mente racional".
Entendemos que un coach puede ayudar a preparar un papel, a explorar las posibilidades de un personaje, a mejorar la capacidad de improvisación pero también, según nos detalla, puede ayudarte a encaminar una carrera, saber cómo venderte en el mercado, como llegar a los directores de casting, como realizar un buen videobook… Todo depende del objetivo que marque la persona o la productora.
Nos cuenta que en su último trabajo ha acompañado a un actor durante todo el rodaje (a Tomoisha Yamashita para The Head, producción internacional protagonizada por Álvaro Morte de La Casa de Papel) al que ha ayudado a crear el personaje. "En este caso tuvimos que trabajar sobre todo el lenguaje corporal, ya que al ser un actor japonés y tener que hablar en otro idioma, se veía muy limitado. Se potencia la capacidad que tiene su propio cuerpo para expresar, aunque en su cultura no esté acostumbrado a hacerlo". En estos casos, hay ocasiones en las que hay que trabajar la dicción, la voz, la presencia, la escucha o la relajación. "Es bonito acompañar a un actor durante todo un personaje y ver cómo crece".
Escuela de interpretación VS. 'coaching' personal
Esta pregunta puede que te asalte y te genere dudas sobre qué servicio escoger para mejorar tus dotes interpretativas. "Para mi hay una gran diferencia entre un coach y una escuela. La segunda me parece fundamental para cualquier actor o actriz. Es un espacio donde crecemos como personas, donde tomas conciencia de la herramienta que somos: cuerpo, voz y emociones; además de ofrecerte una disciplina necesaria a la hora de trabajar después. Es muy interesante pasar por diferentes escuelas y cursos donde conocer las diferentes técnicas y crear una propia". En el coaching se trabaja con un objetivo a corto plazo y que los actores hayan pasado por una escuela para poder profundizar mucho más. "No se puede aprender en tres meses de coaching lo que te ofrece una escuela durante cuatro años. Aunque en ambos cosas se mejoran capacidades y se potencia el talento del actor".
Trabajo de incertidumbre
"Mi trayectoria como actriz ha ido ligada paralelamente a un trabajo de desarrollo personal que me ha facilitado conocerme, saber de dónde venía la tensión que me impedía fluir, saber las creencias que podían limitar, no solo mis personajes, si no mi carrera", indica Maitane, quien reconoce que la vida como actor es un camino de incertidumbre. "Creo que los actores y artistas en general deciden vivir de alguna manera en esa incertidumbre. Nos sentimos ahogados en la estabilidad".
Sin embargo, hay algo con lo que todos deben lidiar, y es la voz interior que habla de los que 'debería hacer'. "Aprender a vivir con ello, aceptando tus deseos, es lo que te da cierta estabilidad emocional. Igual que las inseguridades se fortalecen conociendo tu propia vulnerabilidad y aceptándolo como lo que es, solo una pequeña parte de nosotros que no nos define y además, podemos moldear (…) La capacidad de saber vivir en la inestabilidad o la incertidumbre es diferente en cada persona, incluso en cada cultura. El trabajo de introspección y autoconocimiento te facilita reconocer ese sentimiento de angustia y a poder vivir con él, si es honestamente el camino que has elegido para ti".