La concienciación acerca de la preservación de nuestro entorno natural y el cuidado del medioambiente están adoptando múltiples formas en los diferentes niveles de la esfera social internacional. Desde las campañas informativas que han puesto en marcha numerosos gobiernos a los pequeños gestos individuales que se están adoptando, los productos ecológicos, el reciclaje y el consumo responsable cobran cada día más fuerza en los hábitos de vida de la población mundial. En concreto, en España, la celebración de la Feria Biocultura ha experimentado un notable crecimiento a lo largo de los años. Se trata de un encuentro entre productores, creadores, artesanos, ONG’s y otros profesionales de la esfera eco de nuestro país que recorren el territorio nacional con el fin de dar visibilidad a una propuesta alejada del consumo masivo industrial.
Tras la gran aceptación de la misma en la pasada edición, celebrada el pasado mes de mayo en Barcelona, Biocultura aterrizará en Valencia durante los días 27, 28 y 29 de septiembre. Una nueva edición de la muestra en la que se reunirán más de 220 expositores dedicados a los sectores de la alimentación biológica, cosmética ecológica, moda sostenible, 'casa sana', bienestar y salud, turismo responsable y artesanía entre otros. Esta octava edición en la capital levantina se acoge al claim La revolución ecológica, un título tras el cual se encuentra la Asociación Vida Sana, una organización declarada de Utilidad Pública. Cabe destacar que no se trata de una empresa, sino de un grupo de ‘ecoactivistas’ que trabajan por el bien común. Desde el año 1981, Vida Sana se ha dedicado a impulsar en España el movimiento de la cultura biológica con proyectos como esta importante feria, referencia en todo el territorio nacional. En el caso concreto de Valencia, ciudad mediterránea en la que el sector orgánico se encuentra en pleno apogeo y donde los alimentos orgánicos son mucho más que una moda o el futuro, ya que se entienden como el presente "más contundente".
Con esta exposición se busca, como aseguran sus responsables en el programa, tender lazos horizontales y humanizados con el fin de encontrar una relación directa entre los profesionales y los consumidores. Uno de los objetivos más importantes es que todo fluya sin imposiciones ni la presencia del temido marketing fraudulento. De este modo, durante los días que dure la feria, los asistentes podrán tener contacto visual y físico con todo tipo de alimentos, productos cosméticos o creaciones artesanales entre otros, conociendo de primera mano a las personas que se encuentran detrás de esta revolucionaria vía alternativa. Unos profesionales tras los cuales se encuentra el Comité de Selección de BioCultura, formado por técnicos y profesionales de todos los sectores que participan en la feria y que se encargan de que todos los productos biológicos estén certificados como tal. Una estricta forma de proceder que se acoge también a un código ético de admisión de expositores que se cumple a pies juntillas.