El interés de Meghan Markle por la moda sostenible no es ninguna novedad. Además de contar con un armario compuesto en gran parte por firmas comprometidas con el medio ambiente, la Duquesa de Sussex ha lanzado una colección de ropa diseñada por ella misma, cuyos beneficios irán destinados a ayudar a mujeres con dificultades para encontrar un empleo. Sin embargo, la esposa del príncipe Harry no es la única persona que forma parte de la Casa Real británica que está demostrando su compromiso con las personas y el medio ambiente. El príncipe Carlos, un habitual defensor de las causas medioambientales y un apasionado del universo textil, se acaba de estrenar en el sector de la moda sostenible colaborando con una colección que se presentó en la pasarela londinense. Eso sí, a diferencia de su nuera, el príncipe de Gales únicamente ha actuado como proveedor y no ha participado en los diseños de la línea textil, según informa The Guardian.
Leer: Lewis Hamilton inaugura su primer restaurante de hamburguesas veganas
Un material muy singular
Para este sorprendente debut, el primogénito de Isabel II se ha unido a la firma británica Vin+Omi, conocida por trabajar con plástico reciclado y otros tejidos sostenibles desde hace más de una década. Sin embargo, en esta ocasión el PVC no ha sido el material estrella de la nueva e insólita colección.
La idea comenzó a gestarse en mayo de 2018, durante un encuentro dedicado a la moda sostenible y a la producción sostenible llamado Fashion Positive. Allí, el príncipe de Gales conoció el innovador proyecto del dúo de creadores de la compañía, quienes querían fabricar su ropa con un nuevo tejido creado a partir de ortigas. Rápidamente, el heredero se ofreció a colaborar en la colección de la firma inglesa donando parte de las plantas que tiene en su finca. Sin embargo, en un primer momento, los creadores no se tomaron en serio la propuesta del padre de los príncipes Guillermo y Harry hasta que recibieron una invitación para visitar la finca. "En ese momento no lo pensamos demasiado", relatan los diseñadores de Vin+Omi al rotativo. El príncipe Carlos no solo colaboró en el proyecto actuando como proveedor, sino que también envió "cartas de ánimo" al equipo.
Highgrove, la finca 'green' de Carlos de Inglaterra
Finalmente, el proyecto salió adelante y el heredero del trono británico cedió buena parte de plantas recogidas en Highgrove, la finca ecológica del propio Carlos de Inglaterra. En total, se cosecharon un total de 3.000 plantas de ortigas con la ayuda de estudiantes. Este singular material ha servido para elaborar unas doce extravagantes prendas de ropa que, junto a las joyas que diseñaron en paralelo, han sido presentadas en el emblemático Hotel Savoy el último día de la Semana de la Moda de Londres. "Tiene una textura como aérea, para nada lo reconocerías como plantas. Esa es la cuestión, crear una prenda totalmente contemporánea con un material que no sea desechable", relatan los modistos. "Se percibe que las ortigas no tienen valor. Por suerte, eso reta a la forma en la que pensamos la moda. Son un recurso natural en este país. Queremos que la gente empiece a pensar en cómo la moda puede funcionar con lo que el medio ambiente puede ofrecernos, más que forzarlo de una forma dañina", concluyen, demostrando que una industria textil que no perjudique al planeta sí es posible.
Leer: La moda también puede (y debe) ser sostenible