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Cada vez somos más conscientes de la repercusión que los alimentos que forman parte de nuestra despensa y que ingerimos tienen en nuestra salud y bienestar. Este es el principal motivo por el que los consumidores dedican unos minutos a leer detenimiento el etiquetado de los productos, en el que aparece en la composición de los mismos. No cabe duda de que, en los últimos años, ha aumentado notablemente el interés por los productos respetuosos con el medio ambiente y las personas, que cada vez son más visibles en las estanterías de los supermercados. Uno de los sectores que se ha adentrado con fuerza en el mundo del ecologismo es el vinícola. Sin embargo, su catalogación puede resultar confusa.
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¿Ecológico, biodinámico o natural?
Hace unos años, los vinos ecológicos irrumpieron en el mercado como una auténtica novedad. Se trata de un producto que se caracteriza por poner en práctica acciones sostenibles en sus distintas etapas de elaboración, desde el cultivo de la uva hasta la bodega. A medida que estos vinos fueron ganando prestigio y aficionados, entraron en escena los vinos biodinámicos, que requieren de más recursos y cuidados a la viña, así como los naturales. Sin embargo, pese a que la popularidad de estos 'caldos' va in crescendo, continúa habiendo una verdadera confusión sobre qué son exactamente y en qué se diferencian entre ellos. Marc Martin, alma de la sala y cocina del restaurante La Mundana de Sants (Barcelona), nos da las claves para descubrir las particularidades de un vino natural.
Según el experto, la principal diferencia entre los vinos naturales, ecológicos y biodinámicos radica en la forma de trabajar, sobre todo en la viña, y más concretamente a la hora de utilizar tratamientos. "La viticultura ecológica permite la utilización de sistémicos o productos químicos siempre dentro de unos límites y bajo una regulación estricta y una certificación obligatoria. La biodinámica busca un equilibrio de la viña con el medio, creando vida, no destruyéndola. En cuanto a los vinos naturales, la idea es la de la mínima intervención, creando vinos más libres y a priori más saludables, sin sulfitos añadidos", explica el profesional.
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Los vinos más libres y 'salvajes'
El vino natural, que se rige por el respeto a la naturaleza y al medio que rodea las viñas, es aquel que se ha obtenido con el mínimo de intervención posible. Tal y como asegura Marc, son los caldos más libres, más atrevidos, más saludables y sin sulfitos o con unas dosis muy bajas: "La máxima expresión de la tierra y la fruta. La idea es hacer vinos auténticos, desnudados y huyendo de la idea de ser vinos comerciales". Son exquisitos para acompañar cocina de mercado y producto de temporada y encajan con cualquier plato, siempre y cuando el maridaje esté bien realizado.
A pesar de que en otros países, como Francia, los vinos naturales ya hace tiempo que funcionan, en nuestro están comenzando a convertirse en una tendencia. "Evidentemente, cada día existe una mayor sensibilidad hacia la naturaleza, el medio ambiente, así como una mayor preocupación por el qué comemos y qué bebemos", concluye Marc Martin, un auténtico apasionado de la viticultura en su versión más green.
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