Así afecta la crisis climática a los animales

No estamos solos en el planeta. Mientras el ser humano se debate sobre si su futuro estará marcado o no por la crisis climática, miles de especie animales ya sufren sus consecuencias, y el futuro no es muy halagüeño.

Por Cristina Soria

El planeta ha sufrido muchos cambios desde tiempos inmemoriales. Sin embargo hace muy poco se determinó que llamar “cambio” a lo que está ocurriendo hoy con el clima era una visión normalizadora del problema, porque en este caso no se trata de un fenómeno natural sino de una acción artificial producida por el ser humano con consecuencias devastadoras. De ahí que activistas como Greta Thunberg hagan campaña contínuamente para que a los efectos de este calentamiento global se les denomine “crisis climática” y no cambio climático.

Sin embargo, los animales viven ajenos a terminologías, causas y soluciones. La fauna del planeta percibe que las cosas están cambiando pues las temperaturas les empujan a cambiar sus ritmos migratorios y tienen cada vez más complicado subsistir, y sin embargo tratan de adaptarse, ajenos a que la mano del hombre obra detrás de estas circunstancias.

El mayor problema que tienen los animales es que no pueden utilizar ninguna herramienta externa a ellos para adaptarse a las condiciones climatológicas, no poseen información, ni pueden recurrir materiales, ingenios tecnológicos o planificación detallada de sus acciones. Además, mientras que en cualquier otra modificación natural del hábitat cualquier cambio era producido a lo largo de siglos, las condiciones de la crisis climática están impactando sobre las vidas de la fauna del planeta en cuestión de muy pocos años, en realidad apenas una década.

Por este motivo, los animales son los más perjudicados de la crisis climática. Diversos estudios han pronosticado que en los próximos años los veranos se harán cada vez más mortales para la población humana que vive en zonas ya de por sí calurosas, pudiéndose elevar hasta tal punto la temperatura en verano que las muertes de seres humanos se contarán por cientos de miles todos los veranos del futuro, de aquí al 2050, si no conseguimos revertir los efectos de esta crisis climática. 

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¿Qué panorama queda para los animales?

Los ciclos por los que se rige la vida de los animales generalmente están determinados por su biología. Como es natural, los animales no establecen voluntariamente su periodo de apareamiento, hibernación o de migración. Si el planeta cada vez es más caluroso estos ritmos pueden verse recortados, o directamente desaparecer, por lo que como consecuencia final se podría desencadenar la extinción de muchas especies.

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Por desgracia, entre todos los estudios y análisis de las consecuencias de la crisis climática en el planeta, las investigaciones que menos popularidad están teniendo son las que se refieren a los animales. Esto ocurre porque, por un lado, las consecuencias en el ser humano son las que más priman, tanto por urgencia como por poder concienciador. Por otro, cada animal tiene sus ciclos biológicos, y habría que realizar un estudio pormenorizado de cada especie, que a su vez habría que relacionar entre sí, pues gran parte de la fauna posee ciclos que son deudores o activadores de otras.

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La revista Nature ha publicado una profunda investigación realizada a raíz de más de 5.000 investigaciones especializadas en diversas especies de aves y mamíferos, con el objetivo de crear un modelo general en el que se pueda comprender cómo la crisis climática puede afectar a la supervivencia de estas especies y cómo será el futuro del planeta. 

Las conclusiones del informe no son nada halagüeñas

Por un lado se detecta que los animales no están teniendo tiempo para asimilar la crisis climática, y que el poder de adaptación de sus biologías no les permite ni percibir alternativas a sus ciclos, ni desarrollar morfologías adaptadas que les ayuden a superar el impacto del calentamiento global o la falta de otras especies necesarias en su alimentación o en sus procesos migratorios.

Se aprecia, por tanto, que los cambios que la naturaleza puede ejercer en la fauna para facilitar su supervivencia son muy graduales, se realizan muy poco a poco, y por tanto el riesgo de extinción de un altísimo porcentaje de los animales que ahora pueblan el planeta puede ser un riesgo plausible al que nos enfrentaremos en muy corto espacio de tiempo.

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