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Se llama fasting y la siguen actrices como Scarlett Johansson. Más que una dieta es un plan dietético o un hábito del que ya habrás escuchado hablar, puesto que los expertos en nutrición lo recomiendan. Se trata del ayuno intermitente, una forma de comer a intervalos que te ayuda a perder peso. Eso sí, ‘hay que controlar’ y hacerlo con un buen nutricionista que te asesore. Este tipo de 'régimen' no significa dejar de comer sin más, sino concentrar las comidas en unas horas para que el resto del tiempo el aparato digestivo descanse y se produzcan una serie de reacciones que te hagan quemar más grasas. Te explicamos por qué.
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¿Qué es la dieta o ayuno intermitente?
Para entender por qué algunos expertos recomiendan realizar, de vez en cuando, un ayuno intermitente, es necesario comprender antes las fases de la digestión. Son cuatro: ingestión, digestión, asimilación y defecación. En estas fases hay dos etapas muy importantes que tienen relación con la acumulación de grasa o la quema de esta. Son el anabolismo y el catabolismo.
- Anabolismo: en esta etapa el organismo digiere los alimentos, los metaboliza, los nutrientes pasan al torrente sanguíneo y a la linfa y son distribuidos a todas las células del cuerpo. En este periodo también se almacena la energía que proporcionan los alimentos que ingerimos así como la grasa para ser utilizada en caso de escasez de comida.
- Catabolismo: en esta etapa, que suele darse aproximadamente seis horas después de la ingestión, si el cuerpo no recibe ningún otro tipo de alimentos tira del glucógeno almacenado en los músculos y de las reservas de grasa. Además, también tiene lugar un proceso de limpieza de toxinas y desechos.
Pues bien, “el ayuno intermitente se basa en permitir que se cumplan estas dos etapas. En especial, la segunda, para que el propio organismo utilice las reservas para transformarlas en energía, puesto que si se come de forma continua, no se deja que el cuerpo ‘queme’ y sigue acumulando grasas, lo que nos hace engordar”, explica la dietista-nutricionista Gemma Tendero, miembro de la junta directiva del Colegio Oficial de Dietistas y Nutricionistas de la Comunitat Valenciana (CODiNuCoVa).
La dieta intermitente que te ayuda sugiere que esta interrupción en el consumo de alimentos se realice durante la noche, mientras dormimos, puesto que interfiere menos en nuestra actividad diaria. Y propone que dejemos pasar entre 12 y 16 horas entre comidas. Por ejemplo, se puede adelantar la cena a las 20 horas y no desayunar hasta las 8 de la mañana del día siguiente. Durante este periodo de ayuno se podrán quemar grasas y perder peso. “No hay que hacerlo todos los días. Se puede hacer en días alternos o cuando se esté más relajado”, sugiere.
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Ayuno no significa dejar de comer
Como ves, el ayuno intermitente no consiste en dejar de comer, sino en interrumpir durante unas horas la ingesta de alimentos para que las reservas energéticas se movilicen.
También hay personas que están preparadas para realizar un ayuno de 24 horas. “Más no tiene sentido porque no se han observado mayores beneficios”, señala Tendero. Eso sí, si se va a realizar un ayuno de una jornada o más, es fundamental la hidratación. Beber líquidos como agua o infusiones no edulcoradas no solo evita la deshidratación, también refuerza el sistema natural de eliminación de toxinas del organismo durante el ayuno, en la fase de catabolismo.
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Beneficios del ayuno intermitente
Además de la pérdida de peso, los estudios han visto que puede ser saludable e, incluso, beneficioso en algunas patologías:
- Diabetes: un estudio realizado en la facultad de Medicina de la Universidad de Toronto y publicado en la revista médica BMJ Case Reports señala que el ayuno intermitente controlado y supervisado por un especialista puede ayudar a revertir la diabetes tipo 2 y eliminar la necesidad de medicación en estos pacientes.
- Resistencia a la insulina: está ligada a la prediabetes y a la diabetes tipo 2 y se refiere a aquellos casos en los que el organismo no puede hacer frente a la insulina que se segrega, aumentando los niveles de glucosa en sangre. Se ha observado que las personas que haceneste ayuno mejoran la resistencia.
- Hipertensión arterial: también se ha visto que la práctica del ayuno intermitente, que no se trata de una dieta, sino de una estrategia dietética, puede ayudar a controlar mejor la tensión en las personas hipertensas, ya que mejora la circulación sanguínea y la salud cardiovascular.
- Control del apetito y retraso del envejecimiento son otros de los beneficios que han observado los estudios, según señala Gemma Tendero, de CODiNUCoVa
Si vas a hacer ayuno intermitente, pide asesoramiento
Tal como recuerda Gemma Tendero, este tipo de ayuno funciona si se pide consejo a un dietista-nutricionista. “Hacerlo no es una excusa para comer mal el resto del tiempo. Para lograr los objetivos, es necesario hacer un cambio en los hábitos dietéticos, es decir, empezar a comer mejor, más sano”.
También hay que estar preparado para ello. “Hay personas a las que no se les recomienda. Por ejemplo, aquellas que han sufrido trastornos de la conducta alimentaria. También si se sufre más estrés y ansiedad. Yo, por ejemplo, evito hacer el ayuno cuando no duermo bien, puesto que cuando peor se duerme, más apetito se tiene y si no lo puedes satisfacer puedes sentir más ansiedad”, indica la especialista.
Los pacientes con diabetes tipo 1 tampoco deben realizarla a no ser que tengan un gran control de la alimentación y estén bien asesorados por su nutricionista, ya que existe el riesgo de hipoglucemia.
En cuanto a las personas que sufren migraña, dependerá de cada uno. “Los hay que sienten mejoría de los síntomas cuando hacen estos periodos de ayuno. Sin embargo, a otros les puede desencadenar una crisis”, alerta Gemma Tendero.
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