La aparición de una crisis de migraña o llevar a cabo alguna actividad que pueda desencadenarla es uno de los miedos de la mayoría de los pacientes con migraña. Esta incertidumbre limita su vida. Modifica sus hábitos. Reduce o, incluso, hace que evite actividades sociales o laborales por el miedo a padecer una crisis. Porque viene acompañada de dolor de cabeza, pulsatil (como el latido del corazón), a veces insoportable, que se vuelve incapacitante, y que obliga al paciente a permanecer a oscuras y en silencio a la espera que remita. La migraña produce incapacidad. Pero el paciente no lo es. Sin embargo, sí tiene que hacer adaptaciones en su día a día.Para comprender mejor las necesidades de las personas con migraña, hay que conocer qué es esta dolencia y cuáles son sus síntomas. Te explicamos en qué consiste y por qué es tan incapacitante.
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¿Qué es la migraña?
La migraña no es solo un dolor de cabeza. Es mucho más. Se trata de una enfermedad neurológica limitante. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la ha clasificado como una de las patologías más discapacitantes. Según el Atlas de la Migraña, un informe realizado por AEMICE, con el aval científico de la Sociedad Española de Neurología y realizado por el departamento de Health and Territory Research de la Universidad de Sevilla con el apoyo de Novartis, en España, entre un 12-13% de personas la sufren, de ellas el 80% son mujeres entre 20 y 40 años. A pesar del alto porcentaje y del impacto en la vida , se sigue reconociendo y tratando mal. De hecho, hay más de un 40% de pacientes sin diagnosticar.
La migraña se puede clasificar en dos subtipos:
- Migraña episódica: menos de 15 días de crisis de migraña al mes. La sufren el 92% de los pacientes.
- Migraña crónica: más de 15 días de crisis de migraña al mes. La sufren un 8% de los pacientes. Este tipo de migraña es la que mayor impacto tiene en la vida de las personas.
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¿Cuál es la causa?
No se sabe qué produce la migraña. "No hay una causa concreta y única de la migraña. En ella interviene un reflejo llamado trigemino-autonómico, que tenemos todas las personas, pero que está exacerbado en aquellas con migraña. Esto hace que se liberen unas sustancias quimicas que actúan a nivel de estructuras cerebrales relacionadas con el dolor y en arterias intracraneales produciendo el dolor y otros síntomas como náuseas u ojo rojo", nos explica el doctor Asier Gómez Ibáñez, neurólogo de la Clínica Universidad de Navarra, en Madrid.
Investigaciones recientes, sin embargo, han asociado la migraña al gen de la calcitonina (CGPGP). Se trata de una molécula que se une al complejo receptor del CGRP que se considera responsable de transmitir las señales de dolor asociadas con la migraña. Se ha descubierto, de hecho, que los niveles de CGRP aumentan en personas con migraña al inicio de los síntomas y vuelven a la normalidad cuando el dolor desaparece.
¿Síntomas de la migraña?
El médico puede sospechar que sufres migraña si padeces una cefalea recurrente que presenta unas características determinadas. Por ejemplo:
- El dolor dura entre 4 y 72 horas
- Su intensidad es de moderado a grave
- Se puede definir como pulsátil y unilateral
- Generalmente, afecta solo a un lado de la cabeza
- Puede acompañarse de auras (ver destellos, puntos de luz, cambios en la visión)
- Empeora con el movimiento
- Impide a las personas hacer sus actividades diarias
- Son comunes las náuseas y/o sensibilidad a la luz, el sonido y al tacto
"Es muy importante que se acuda al neurólogo si los episodios no ceden con analgésicos, si aumenta la frecuencia o cambia de características y si tiene auras, este último caso para descartar otras causas de esos síntomas", indica el especialista.
En este sentido, la doctora Amalia Sánchez, médico general de MediQuo, resalta en la importancia de vigilar los ataques de migraña con aura, sufridas por el 60% de los pacientes y que cursan con síntomas neurológicos como la alteración de la vista, la sensibilidad o el habla, “ya que pueden ser síntomas de alarma de infarto cerebral”. En este sentido, la doctora insiste en que “si se sufren más de 3 episodios al mes, duran demasiado tiempo o no responden a la medicación, conviene realizar un tratamiento preventivo que no supone una curación, pero puede reducir la frecuencia, intensidad y duración de las crisis. Además, seguir los consejos del médico y llevar hábitos de vida saludables siempre ayudará a mitigar estos ataques”.
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Fases de la migraña
Otra de las características de este dolor de cabeza es que, en algunos pacientes, se pueden presentar de forma gradual. En concreto, cuatro son las fases de la migraña: premonitoria, aura, dolor de cabeza y pospródromos.
- En la fase premonitoria o pródromo se pueden experimentar signos de aviso, por ejemplo, cansancio y problemas de sueño. Esto puede suceder horas o incluso días antes de los ataques.
- Durante el aura se pueden sufrir molestias visuales, sensoriales y del lenguaje.
- La fase principal o de dolor puede ser la más incapacitante y necesitar reposo en una habitación a oscuras y en silencio. También pueden venir acompañada de náuseas, vómitos y problemas gastrointestinales.
- En la última fase, la prodrómica, el paciente puede manifestar cambios de humor, náuseas y cansancio.
¿Cómo sé si tengo migraña?
El diagnóstico de la migraña debe hacerla un profesional sanitario, en concreto, un especialista en neurología. Para ello, realizará una entrevista para conocer el historial médico del paciente, evaluarlo y excluir otros problemas que puedan ocasionar dolor de cabeza."El diagnóstico es clinico, es decir, basado en las características del dolor y otros factores. Además, es recomendable hacer una resonancia magnética cerebral al menos una vez para descartar otras causas del dolor de cabeza", apunta el neurólogo.
Pero a pesar de las indicaciones de los expertos, y según recoge el Atlas de la Migraña, existe un retraso en el diagnóstico de esta enfermedad. De media, se produce una demora de 6,4 años en la migraña episódica y de 7,3 años en la crónica. Existen varias causas que lo propician:
- El paciente considera que es una enfermedad común en la familia o que no tiene solución.
- Las personas que la sufren se automedican.
- La dificultad en la derivación al especialista. Esto es debido a que la sintomatología es común a otras cefaleas
El doctor Asier Gómez Ibáñez aclara que "en muchas personas se manifiesta de forma leve y poco frecuente, por lo que lo solucionan con analgésicos habituales y no necesitan o no quieren ir al médico, por lo que no se llega a diagnosticar. También puede confundirse con otro tipo de cefaleas". Pero uno de los graves problemas de esta falta de diagnóstico es la automedicación. "Además de los efectos secundarios propios del exceso de consumo crónico de cada fármaco, la excesiva automedicación puede derivar en una cefalea diaria crónica que no responde a la medicación", advierte el doctor especialista en neurología.
Avances en el tratamiento
Ir al médico para que haga un buen diagnóstico y nos recete el tratamiento farmacológico más adecuado es la mejor manera de tratar la migraña. Y es que aproximadamente la mitad de los pacientes se automedican con analgésicos y antiinflamatorios, tipo paracetamol, ibuprofeno, nolotil y codeína. Sin embargo, estos fármacos pueden aliviar un episodio cuando los síntomas aparecen. Pero hay otros medicamentos preventivos que pueden disminuir las crisis.
En este sentido, y según señaló la Sociedad Española de Neurología, se estima que en un periodo de tiempo breve estén disponibles en los hospitales nuevos fármacos contra la migraña cuya eficacia demostrada es superior a la de los tratamientos actuales. En concreto se trata de varios anticuerpos monoclonales que actúan bloqueando la acción del neuropéptido CGRP.
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Asimismo, además de las medidas farmacológicas, es importante que se adopten unas medidas de prevención de las crisis.
- Atención a la forma de trabajar. La vuelta al trabajo después de las vacaciones conlleva en muchas ocasiones sobreesfuerzos físicos, mentales e incluso situaciones de ansiedad y estrés. Hay que tener mucho cuidado con estas situaciones en el caso de que se padezcan migrañas ya que se trata de factores desencadenantes muy comunes entre los enfermos. Además, muy relacionado con este punto es el efecto de las pantallas, ya que el trabajo con tablets y ordenadores durante horas es un factor de riesgo ya que se fija la mirada y se tiende a tensionar el cuello. Para prevenirlo, lo mejor es tomar descansos si se trabaja mucho con pantallas.
- Presta atención a la dieta. Al igual que sucede en cualquier otra enfermedad común, la alimentación es un factor clave en las apariciones de las migrañas. En este sentido, los doctores suelen aconsejar a los pacientes que si son propensos a ataques reduzcan su consumo de alimentos con tiramina, una molécula que puede generar dolor de cabeza y se encuentra de forma natural en alimentos como el vino tinto y los quesos brie y camembert. También hay que tener mucho cuidado con los excesos de alcohol y cafeína, así como con la deshidratación y con saltarse las comidas, ya que se ha demostrado que un nivel irregular de azúcar en sangre es una causa importante en la aparición de migrañas.
- El descanso es fundamental. Las luces fuertes, los sonidos intensos e incluso algunos olores también se cuentan entre los múltiples desencadenantes de esta afección, aunque la falta o exceso de sueño pueden darse también como causas posibles. Por ello es muy recomendable que el paciente pare lo que esté haciendo cuando tiene un ataque para descansar en un sitio oscuro y aislado. Y, para prevenirlos, es fundamental respetar los horarios de sueño.
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