Los científicos y ambientalistas no dejan de alertar de las múltiples consecuencias que tienen las acciones del ser humano en el planeta. Un serio problema ante el que las sociedades modernas comienzan a despertar intentando plantar cara al temido cambio climático. Pero la contaminación no solo afecta a los ecosistemas, al derretimiento de los casquetes polares o al aceleramiento de la destrucción de la capa de ozono, también influye directamente en la salud de las personas; tanto que los últimos estudios sobre la contaminación del aire relacionan la polución con una de las principales causas de muerte de personas mayores o enfermas en las ciudades. Después de realizar un exhaustivo seguimiento en 24 países y 652 ciudades de dos tipos de partículas en suspensión - emitidas principalmente por los tubos de escape de los vehículos-, los investigadores han llegado a la conclusión de que existe relación directa entre buena parte de las muertes por problemas cardiovasculares y respiratorias y la polución.
En concreto se estudiaron las partículas PM10, con un diámetro de menos de 10 millonésimas de metro, capaces de penetrar hasta las profundidades de los pulmones; y las PM2,5, todavía más pequeñas, con un diámetro de menos de 2,5 millonésimas de metro, que son generadas por la combustión y pueden entrar en el sistema sanguíneo. Existen numerosos estudios que revelan que estas micropartículas son nocivas para el ser humano y también muchos que las relacionan con la mortalidad diaria. "Ya no hacen falta más estudios para demostrar algo que es obvio. No buscar medidas para reducir el tráfico en las ciudades carece de sentido", asegura a El País Aurelio Tobías, uno de los investigadores principales del estudio ambiental, recientemente publicado en la revista científica The New England Journal of Medicine y encabezado por el epidemiólogo Haidong Kan, de la Universidad de Fudan (China).
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Unificar datos y comparar
Numerosos estudios han examinado la asociación entre la exposición al MP a corto plazo y la mortalidad diaria. Sin embargo, la mayoría de pruebas se han obtenido a partir de estudios realizados en ciudades individuales, regiones o países, y hacer una síntesis global de las estimaciones a los diferentes métodos de modelización, con el potencial sesgo de publicación, era complicado. Para solucionarlo, los investigadores crearon una red que les permitió comparar en las ciudades estudiadas las concentraciones de contaminación diaria con todas las muertes cardiorrespiratorias utilizando un marco analítico estandarizado. "Este es el primer estudio que se hace en más de 600 ciudades, en casi 25 países, y con la misma metodología en todas partes. Y lo que vemos es un claro efecto de la contaminación atmosférica urbana en la salud. Esta es la confirmación definitiva, absoluta, de que hay que controlar ya los niveles de contaminación", comenta el investigador español, que trabaja en el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua en Barcelona.
Los datos revelan un incremento de concentración de estas dos partículas a lo largo de los años, así como del número de fallecimientos en general, y cardiovasculares y respiratorios en particular, en los picos de más contaminación. "Puede parecer un riesgo pequeño, pero a nivel poblacional es muy grande. Es un riesgo al que estamos expuestos todos", advierte Tobías. "Los principales afectados son personas mayores o con patologías previas. La contaminación es el detonante. Hace que mueran días, meses o incluso años antes", añade.