El antídoto para combatir el estrés
Nadie dice que sea fácil, pero necesitas conocer cuáles son las verdaderas claves para librarte de él de una vez por todas.
Al sentarme a escribir estas líneas, me he dado cuenta de que cada vez me cuesta más ponerme en la piel de una persona que ya no existe en mí, una persona que creía que iba a morir de estrés, y no se imaginaba que llegaría a escribir un artículo sobre cómo superarlo.
Posiblemente hayas leído mucha información al respecto y no te haya servido de mucho. Así que permíteme que empiece diciéndote que, si realmente quieres abandonar el estrés y la ansiedad, es esencial que te des cuenta de su absoluta falta de sentido. Mientras creas que tu estrés es conveniente para algo (y si te sientes estresado es que aún lo crees) te resignarás a él pensando “¡es lo que hay!”
Darte cuenta puede llevarte toda una vida o un solo instante, porque, aunque son pensamientos arraigados, son a la vez tan absurdos, que si tomamos consciencia se desvanecen.
Lee: ¿Quieres la llave de tu felicidad? Conócete a ti misma (pero de verdad)
Fíjate que estoy hablando de pensamientos, no de circunstancias, tareas, urgencias, responsabilidades ni personas. Te estoy invitando a poner patas arriba la idea que tienes de lo que te genera estrés para liberarte de él.
Pensamos que tenemos muchas cosas que hacer simultáneamente, que todo es de vital importancia, y que muy posiblemente las cosas vayan a salir mal en el futuro. No hace falta que nos inventemos un infierno en el futuro porque, de esta manera, ya lo estamos viviendo.
Lee: Aprende a plantarle cara al estrés y vive libre de temores
Aprende a vivir 'el aquí y ahora'
Para un momento y observa cómo esos pensamientos, y sólo ellos, son la causa de tu estrés. Pensar que tenemos muchas cosas que hacer no es hacer nada. Si todo fuera de vital importancia, ya estarías muerto. El futuro depende del paso que des Ahora, así que es este momento el que has de habitar.
Tal vez sientas que lo que provoca tu estrés es otra persona. Date cuenta, de nuevo, que no es ella, sino tus pensamientos acerca de ella, de lo que dice, de lo que hace. En realidad, de tus interpretaciones acerca de por qué lo dice o por qué lo hace. Cuando en el fondo no lo sabes. ¿Es cierto? No digo que no lo sea, simplemente te pregunto si tienes la absoluta certeza de que tu interpretación es acertada. Respóndete honestamente.
No digo que no actúes cómo consideres conveniente, sólo hablo de lo que causa tu estrés: esos pensamientos sobre la situación o la persona que vienen a tu mente continuamente. Date cuenta de lo que Es en sí mismo, sin juicios, y de lo absurdo que es continuar con la queja y la rumiación.
¿No lo consigues? Eso significa que aún sigues creyendo que no es absurdo. ¿Para qué crees todavía que el estrés es útil para ti? ¿Tal vez crees que te hace más productivo? ¿Tal vez te sirve para mostrarles a los demás o a ti mismo lo mal que te trata la vida?... Cuando te sorprendas sonriendo ante la total falta de sentido, te habrás liberado del estrés.
Claves para mantener tu paz interior
A partir de ahí, actuarás si es necesario, encontrarás soluciones creativas, o simplemente aceptarás que hay cosas que no están en tu mano.
- Toma consciencia de tus disparadores de estrés
- Date cuenta de los pensamientos alrededor de la situación o persona que son la causa.
- Reflexiona honestamente hasta llegar a ver su absoluta falta de sentido.
- Observa qué pensamientos surgen en tu mente que están intentando justificar lo que no tiene sentido, qué necesidades parece estar cubriendo tu malestar. ¿Sentirte estresado las va a cubrir realmente?
- Lleva tu atención hacia tu respiración, simplemente observa como el aire entra y sale de tu cuerpo, a su ritmo. Date cuenta cómo la respiración se va haciendo cada vez más lenta y profunda, mientras se aquieta la agitación en tu mente
- Lleva de nuevo tu atención a aquello en lo que hayas decidido estar, porque eso es lo que tiene todo el sentido en este momento.
Sin duda, vivir sin estrés es una gran alternativa que te invito a explorar con este proceso de mindfulness. Te sorprenderá ver cómo mantienes tu paz ante casi cualquier situación.