¿Tienes cientos o de correos por leer? ¿Guardas fotografías que nunca más volverás a ver? ¿Tu Whatsapp está lleno de archivos inservibles? Entonces puede que pertenezcas a ese 60% de los usuarios que padecen el síndrome de Diógenes digital, según datos de Coaching Club. Las nuevas tecnologías han supuesto un cambio radical en los modelos de trabajo, la forma de comunicarnos y de relacionarnos con nuestro entorno. Compartimos noticias, nos mandamos memes, compramos online y vemos cómo llegan diariamente correos indeseados a la carpeta de spam… ya no entendemos la vida sin dispositivos, sin mail o sin mensajería instantánea.
Este nuevo escenario requiere también de nuevos comportamientos, que se adapten a la manera en que nos movemos dentro del terreno de juego 2.0. Un espacio virtual donde parece que todo cabe y nada ocupa espacio. Nada más lejos de la realidad. Al igual que limpiamos nuestra mesa de trabajo, recogemos el correo del buzón y tiramos lo que no nos sirve u organizamos aquellas fotografías de cámaras analógicas en álbumes el modelo digital exige también de su orden y limpieza. Y de no integrarla como un hábito, corremos el riesgo de caer en este trastorno.
Síntomas comunes
El síndrome de Diógenes digital es una expresión que viene del propio síndrome de Diógenes, concretamente, por uno de sus efectos más conocidos, la acumulación de grandes cantidades de basura. Si bien es cierto que en este caso es algo de mayor envergadura, que implica un aislamiento social y voluntario así como la total dejadez personal, en el caso del su 'versión' digital también tiene una serie de repercusiones emocionales. No solo se trata de acumular sino más bien de la ansiedad que genera el solo hecho de pensar en tener que deshacerse de sus archivos digitales. Cuando se prefiere seguir comprando unidades de almacenamiento, como discos duros o tarjetas de memoria, en vez de borrar archivos, estaríamos ante un caso de trastorno.
Esta obsesión no solo genera un malestar interno sino que puede conllevar consecuencias con el entorno familiar o laboral, cuando la acumulación innecesaria de archivos choque con los intereses y/o necesidades del otro. Quienes padecen este síndrome tiene un temor atroz a deshacerse de archivos o mails que puedan necesitar en un futuro, no suelen vaciar la papelera de reciclaje ni borrar mails, ni si quiera los que son spam, y desarrollan un verdadero apego emocional hacia el material digital.
Consejos para mantener a raya el síndrome de Diógenes digital
- Limpiar el escritorio y vaciar la papelera de reciclaje del ordenador con regularidad
- Crear carpetas para organizar los archivos en tu ordenador, evitando generar cajones desastre
- Revisar la carpeta de Spam por si algún mail interesante ha ido a parar a ella y vaciar
- No guardar series de fotos en el móvil que son iguales, ni tomas borrosas o inútiles
- Limpiar los archivos del móvil, sobre todo los memes, gifs o imágenes que no necesitamos una vez hemos visto
- Borrar conversaciones y archivos de Whatsapp
- Sobre todo, poner límite a lo que verdaderamente necesitamos conservar