Descanso activo, qué es y qué beneficios tiene en tu rutina de entrenamiento
Entrena tu cuerpo de forma más eficiente bajando el ritmo de la actividad deportiva pero sin dejar de moverte
El descanso activo es un concepto que está ganando mucha popularidad entre los amantes del deporte y del estilo de vida saludable. Consiste en realizar una pequeña actividad física ligera en lugar de realizar un descanso total entre los entrenamientos. Es decir, lejos de realizar un descanso íntegro y de cesar por completo la práctica deportiva que estamos ejecutando, con el descanso activo nos mantenemos en movimiento y continuamos trabajando los músculos del cuerpo mientras 'descansamos'. Debe ser un ejercicio que no implique una gran intensidad, como puede ser caminar o realizar una carrera ligera. Para conocer más a fondo los beneficios que aporta este sencillo gesto, Ángel Fernández, de FEDA (Federación Española de Actividades Dirigidas y Fitness), nos da las claves para entender y poner en marcha esta práctica que cada día suma más adeptos.
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El entrenador explica que la principal diferencia entre el descanso convencional y el descanso activo es simplemente "disminuir la intensidad" de la actividad que estemos realizando o directamente, cambiar de ejercicio y sustituirlo por otro "más suave". Para Fernández, una buena manera de realizar estas pausas es dando "un simple paseo, una vuelta en bici o haciendo unos largos en la piscina". Aunque todo dependerá siempre del deporte principal que se esté realizando y de la intensidad con la que se practique. Así, se podría decir que existe un tipo de descanso activo para cada disciplina. Por ejemplo, para un corredor habitual que lleve una marcha continuada, realizar 10 minutos de carrera a máxima intensidad y hacer un pequeño descanso de 2 o 3 andando y sin diejar de movernos antes de volver a retomar ritmo podría ser un buen ejemplo. Para alguien que simplemente pasee, con realizar "un poco de trabajo de movilidad o una sesión de foam para recuperar" sería suficiente.
Beneficios
Realizar pausas acticas en nuestras rutinas de entrenamiento puede aportarnos importantes beneficios a nivel físico, pero también emocional. Marcar pautas de descanso puede ser una buena manera de mejorar el sistema cardiovascular, ya que contribuye que la sangre circule mejor y llegue más fácilmente a los músculos, ayudando a su oxigenación. Además esto permite que el ritmo del entrenamiento no se rompa y, a diferencia de los descansos pasivos, favorece la recuperación muscular una vez concluido el ejercicio.
Además, si tu objetivo es prepararte para algún tipo de competición, es importante que no fuerces tu cuerpo al mismo tipo de entrenamiento todos los días y que descanses de forma activa, al menos, dos veces por semana, realizando otro tipo de rutinas. De este modo trabajarás otras partes del cuerpo mientras te mantienes en forma y permites que otras descansen y no se sobrecarguen; algo que se traduce en resultados bastante más eficientes a nivel general.
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