La vesícula biliar es un órgano que, en muchas ocasiones, se convierte en protagonista de nuestro estado de salud. Aunque su presencia no es, en un principio, necesaria para el buen funcionamiento de nuestro sistema digestivo sus alteraciones pueden provocar diversos problemas que, en determinados casos, se transformarían en patologías graves. Conocer su funcionamiento, así como los síntomas de sus trastornos es fundamental para identificar sus dolencias y, por tanto, ponerles remedio. Ángela Hernández Puente, Cirujana General y del Aparato Digestivo y Vicesecretaria general de AMYTS nos ha aclarado, desde el punto de vista del experto, los principales puntos a tener en cuenta acerca de la vesícula.
¿Qué es y cuáles son las funciones de la vesícula biliar?
La vesícula biliar es un pequeño órgano en forma de pera situado bajo el hígado cuya función es almacenar la bilis que produce el hígado. La bilis sirve para poder digerir las grasas de los alimentos que comemos, rodeando las partículas de grasa para que así se pueda absorber en el intestino. El hígado produce la bilis de una forma continua, cuando no se precisa se va almacenando en la vesícula biliar.
Aunque en muchas ocasiones hemos oído vulgarmente que es un órgano inútil ¿Por qué es tan importante cuidar su correcto funcionamiento?
Su función era más importante cuando hace miles de años nuestra dieta consistía en carne no cocinada. Con la evolución humana, el tratamiento de los alimentos y la reducción de ingesta de grasas, un aporte extra de bilis para la digestión no resulta tan fundamental como entonces. Ahora mismo ese aporte extra sería necesario cuando nos extralimitamos con las grasas, como por ejemplo con un buen trozo de tocino de un cocido o una parrillada de panceta, facilitando la digestión en esos casos.
¿Cuáles son los principales trastornos que se pueden producir en la vesícula?
Al acumularse la bilis en la vesícula biliar, pueden formarse cálculos. La razón por la que se forman no está clara del todo, los hay de colesterol y de bilirrubina. Un elevado porcentaje de los humanos tienen cálculos en la vesícula biliar, que pueden ser múltiples y pequeños o de mayor tamaño y únicos, pero que mientras no produzcan molestias no tienen importancia. Cuando alguno de esos cálculos se moviliza puede producir diferentes patologías. La más frecuente con diferencia y menos grave son los cólicos biliares, consisten en dolor en el hipocondrio derecho (debajo del reborde costal derecho) tras las comidas, de duración e intensidad variables. Si alguno de los cálculos obstruye la salida de la vesícula biliar o si inflama las paredes del cístico (conducto de salida de la vesícula biliar que conecta con el colédoco que a su vez desemboca en el intestino delgado) se puede producir una colecistitis aguda, que provoca dolor y, si no se soluciona, puede llegar a infección y fiebre que precise intervención quirúrgica urgente. Mucho menos frecuentes, pero de mayor gravedad con la coledocolitiasis, cuando una de las piedras o cálculos sale de la vesícula biliar y obstruye la salida de la bilis, con coloración amarillenta de la piel y riesgo de infección y la pancreatitis aguda si alguno de los cálculos irrita o tapona la salida del conducto pancreático que requiere una vigilancia más estrecha, y suele requerir ingreso hospitalario. A veces hay pólipos vesiculares, que son crecimientos de la pared de la vesícula biliar, si superan el centímetro de tamaño indican cirugía por el riesgo de malignización, aunque el cáncer de vesícula biliar tiene una frecuencia muy, muy baja es bastante agresivo.
¿Qué síntomas pueden indicar que existe algún tipo de problema en nuestra vesícula?
En el caso de los cólicos biliares, que son la patología más frecuente, los síntomas varían, a veces tan solo es una sensación de plenitud o de digestiones pesadas. Cuando hay un dolor bajo el reborde costal derecho que se repite tras las comidas, es muy sugestivo de que su origen sea la vesícula biliar. Otras veces el dolor se sitúa en la región centro abdominal o hacia la espalda. Si se tienen estas molestias conviene consultar al médico de atención primaria. Si el dolor es muy intenso y no cede con los analgésicos habituales y aparece fiebre o coloración amarillenta está indicada la consulta urgente.
¿Se pueden prevenir algunas de estas patologías?
Cuando se detecten estas molestias está indicada la cirugía de la vesícula biliar, existen fármacos que tratan de evitar la formación de cálculos biliares que no resultan demasiado efectivos. En caso de tener cólicos biliares se puede reducir la ingesta de grasa para disminuir su frecuencia e intensidad.