Las úlceras de estómago (o gástricas) pueden aparecer cuando menos te lo esperas, debido a diferentes causas. Cuando padecemos este tipo de úlcera, la mucosa que recubre nuestro estómago y lo protege de niveles altos de acidez disminuye. Entonces este ácido provoca una herida en la superficie interna del estómago o en el intestino delgado.
Una de las causas más comunes de la úlcera de estómago es la infección que causa la bacteria Helicobacter pylori (aunque tener esta bacteria no implica necesariamente desarrollar una úlcera). También puede causarlas el uso continuado de algunos medicamentos, como el ibuprofeno, el naproxeno y otros como los esteroides anticoagulantes.
Además de estos condicionantes, también el estilo de vida puede perjudicarnos si padecemos una úlcera de estómago: sufrir estrés de manera continuada, fumar, beber alcohol con frecuencia y comer alimentos picantes de manera habitual. Son factores que por sí solos no causan una úlcera gástrica, pero pueden hacerla empeorar o dificultar su curación.
Leer: Calor y problemas digestivos
Hay síntomas que pueden avisarte de que padeces una úlcera de estómago
Alrededor de un 75% de personas que padecen una úlcera gástrica lo desconocen porque no se presenta síntomas, y no lo descubren hasta que se ha convertido en una úlcera sangrante. Por esta razón es muy importante prestar atención a las diferentes señales que nuestro aparato digestivo puede ofrecernos.
El dolor abdominal es el síntoma más frecuente, y suele producirse durante la noche o bien durante las comidas. Este dolor puede ser breve y durar apenas unos minutos, pero en ocasiones puede llegar a extenderse durante horas, resultando muy molesto. Este dolor suele ir acompañado de digestiones lentas y pesadas, que sientas que duran más de lo que deberían. Además, podemos sufrir calambres estomacales, que van apareciendo y desapareciendo a lo largo del día.
Cuando la úlcera se encuentra próxima a la entrada del intestino es habitual que se produzcan vómitos, del mismo modo que podemos vomitar cuando tomamos un alimento al que tenemos intolerancia. Esta señal es tan evidente como molesta, por lo que si vomitas con frecuencia no debes dejarlo pasar por alto.
Leer: Comer deprisa no es nada bueno, y además te hincha
Los ardores de estómago, esa sensación de que sube hasta la boca el ácido digestivo tras las comidas, es otra de las señales a las que debemos prestar atención. Puedes ayudar a paliar este síntoma evitando las comidas copiosas, masticando bien cada bocado y dejando a un lado las prisas. Reduce los alimentos grasos y los condimentos picantes y notarás cómo los ardores disminuyen.
La inflamación del abdomen (o distensión abdominal) se produce cuando, debido a la úlcera, el intestino se expande. Evita aquellos alimentos que favorezcan esa inflamación e incluye en tu dieta vegetales diuréticos, como los espárragos y las alcachofas, y termina las comidas con infusiones de menta o hinojo.
Si la úlcera empieza a ser sangrante lo descubrirás por el cambio en el color de las heces, que comenzarán a ser negras (o con puntitos negros) como consecuencia de la presencia de sangre. De hecho, esta es la forma en la que muchas personas descubren que padecen una úlcera de estómago.
Leer: Con el calor afloran las enfermedades del aparato digestivo, así puedes combatirlas