Que un helado no te rompa la dieta, descubre si es mejor tomar polo o cucurucho

El calor acecha y nos apetece combatirlo con alimentos fríos. Para ello, el helado siempre es una opción interesante, pero ¿no tiene demasiadas calorías? Vamos a analizar si es mejor uno de bola o un polo, pros y contras, y consejos sobre cómo prepararlos en casa.

Por Cristina Soria

Según atravesamos el caluroso verano, nos damos cuenta de que cualquier opción es buena para aplacar el calor si nos garantiza unos instantes refrescantes. Nos dejamos caer en los brazos de casi cualquier opción fresca pero, atención, algunas vienen cargadas de calorías. Por eso, la duda sobre si tomar un helado nos compensa en verano nos asalta cada año como si fuera la primera vez.

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En la más tierna infancia los polos estaban mal vistos, porque no eran más que hielo con sabores. Es fácil presuponer que su origen no aporta muchos nutrientes dado que, de forma clásica y general, un polo está fabricado con saborizantes, azúcar, agua y potenciadores de color. Sin embargo, al otro lado, en el de los helados, las calorías se cuentan también por decenas.

Todo depende de las materias primas

Vivimos en una época en la que todo puede ser absolutamente sano o una bomba de relojería calórica. El secreto está en el grado de procesamiento que implica su producción, si tiene más o menos aditivos conservantes, saborizantes, etc. De esta forma existen soluciones para refrescarnos que convertirían un polo de helado en una alternativa mucho más saludable que un zumo de fruta fresca.

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La tradición mexicana de las paletas se está exportando y cada vez nos recuerda con más fuerza que un buen helado no tiene por qué llevar una elaboración muy compleja, sino simplemente congelar piezas de fruta laminada. Si ya de por sí la fruta es un alimento divertido, dulce y refrescante, la fruta convertida en polo mantiene esas cualidades y compite en verano contra los zumos de naranja. Y es que la fruta exprimida ha perdido su fibra, sin embargo, los polos de fruta congelada aún mantienen los beneficios de la fruta y resultan mucho más refrescante que cualquier zumo, porque no están fríos, sino congelados.

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Además, si la hidratación siempre es importante, mucho más lo es en pleno verano con temperaturas elevadisimas. De los polos, un porcentaje muy alto sigue siendo agua, por lo que entre el 50 y el 60% de su composición nos ayuda a hidratarnos.

Mientras que un helado de crema puede llegar a tener 200 calorías por cada 100 gramos, si el polo está elaborado solo con frutas naturales, o con ingredientes naturales, podríamos reducir esa cantidad drásticamente y, en el peor de los casos, no pasar de 40.

Sin embargo, no todos los helados de crema son hipercalóricos, y muchos de ellos, además, aportan valores nutricionales que no se pueden desdeñar, pues incorporan lácteos, trozos de fruta, frutos secos y otros elementos que no solo dan sabor y textura, sino que, además, convierten al helado en una excelente merienda. Una vez más, todo depende de la procedencia del este.

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Consejos para hacer polos en casa

Fabricar tus propios helados en casa puede darte una idea de cuál es la consistencia que se puede lograr a nivel doméstico, y valorar los que compras en lugares especializados. Lo primero a tener en cuenta es que para prepararlos no hace falta utilizar ningún tipo de azúcar refinada, simplemente fruta.

Parte en láminas finas fresas, o manzana, o kiwi y mételo en cubiteras especiales para helado con agua. Puedes añadir leche para que el sabor sea mejor y se gane en textura. Añade una proporción de 50% fruta y 50% líquido. En vez agua o leche puedes añadir zumo de fruta o leche vegetal.

El secreto de la textura de los polos que compramos hechos es que han sido congelados utilizando máquinas industriales. El poder de un congelador doméstico no suele tener esa fuerza, y hace falta mucho tiempo para que lleguen a coger una consistencia que te recuerde a los polos que has comido siempre.

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