No basta con un diseño atractivo o unas propiedades beneficiosas para que nos decidamos por uno u otro cosmético que añadir al neceser. El cambio en las tendencias de consumo ha conseguido que las nuevas generaciones busquen sentirse identificadas con los valores de la marca, un plus decisivo que consigue fidelizar a los clientes. En el caso de los productos de belleza, su manera de producirse, el impacto medioambiental o la responsabilidad social de la firma han pasado de ser aspectos que hace unos años no se tenían en cuenta, a convertirse en algo tan importante como el propio artículo a la venta. Y, teniendo en cuenta el desenfrenado ritmo al que va la vida moderna, la preocupación por el cuidado del entorno natural, y, en especial del agua, es algo que se tiene muy en cuenta, aspecto que las marcas más exigentes están inculcando.
Podría conocerse como Generación Blue este cambio que está viviendo la cosmética, una revolución más concienciada con el planeta y, por ello, las iniciativas que buscan aportar su granito de arena para dejar un mundo mejor, o, al menos, más limpio, son parte del compromiso de Biotherm. Desde 2012, en colaboración con Mission Blue, fundada por la oceanógrafa Sylvia Earle, la marca de belleza empezó una serie de acciones orientadas a restaurar los arrecifes de coral en Fiji o Tetiaroa, una flora que se ha visto especialmente dañada por el impacto de la contaminación y de la que depende la salud de los océanos. "Cada gota de agua que bebes, cada respiración que haces, te conecta con el mar", es una de las frases más populares de la creadora de la organización, frase que refleja la importancia que tiene cuidar del medio que emite el 50% del oxígeno del planeta.
Pero las acciones no son solo a nivel interno, ayudando a que los ecosistemas marinos recuperen su salud. Biotherm también ha querido ponerle remedio al problema de contaminación de las playas mediante el Proyecto Libera. La iniciativa que reunió voluntarios, así como a personas del propio equipo de la firma cosmética, para conseguir un entorno costero sin la basura que amenaza a las especies marinas. Fueron cientos de kilos de desperdicios los que llegaron a recoger en su acción por la protección del ecosistema.
Y es que desde la marca cosmética se consideran grandes amantes del agua -de toda la del planeta-, siendo además capaces de trasladar esa pasión y compromiso a sus productos, en especial a la gama Aquasource de Biotherm. El artículo estrella es su crema hidratante facial: Aquasource Gel, la cual lleva ingredientes como Life Plankton o Aura Leaf. Dos componentes que, además de hidratar y regenerar la piel, consiguen como resultado un cutis de apariencia más luminoso de manera inmediata. Para incluirla en la rutina, se aplica en primer lugar el sérum, luego la crema hidratante, y, por último, el contorno de ojos de esta selección de cosméticos con trasfondo muy consciente, en el que brillan los valores por el cuidado a todos los niveles, desde la cara, hasta el medio ambiente. Una manera de hacer sentir mejor a sus consumidores por fuera, gracias a la acción de los supercomponentes, como por dentro, a través de las iniciativas medioambientales que desarrolla la empresa (y donde se puede participar), de una forma única.