El mes de agosto acaba de arrancar y, aunque un poco tarde, aún estás a tiempo para la 'operación bikini'. Es cierto que las altas temperaturas hacen que relajemos un poco nuestra rutina deportiva, sobre todo, si nos gusta practicar ejercicio al aire libre, pero el calor no debe ser excusa para dejar de lado los entrenamientos.
La piscina se convertirá en tu gran aliada para tal fin, puesto que el agua es el medio ideal en el que realizar un ejercicio intenso para nuestro cuerpo, de una manera mucho más agradable que de costumbre. La resistencia que ofrece es perfecta para dificultar los movimientos, de modo que nos ayudará a fortalecer brazos, abdomen y piernas de una manera mucho más eficaz.
Entrenar bajo el agua presenta un gran número de ventajas. Para comenzar, se reduce el efecto de la gravedad, por lo que nuestro cuerpo está mucho más ligero y le cuesta menor trabajo moverse. Además, al flotar, nuestras articulaciones sufren mucho menos ya que, al que evitarse cualquier tipo de impacto, soportan menos peso. Unos factores que, unidos al agradable masajeo del agua hace que mejore la circulación sanguínea y la celulitis. Por otra parte, se previenen los cambios bruscos de temperatura corporal y se produce una sensación de relajación y bienestar que permite disfrutar mucho más al entrenar.
Por todo el mundo son conocidas las bondades de un deporte tan completo como la natación, sin embargo, si los que quieres es trabajar y fortalecer tus piernas de una manera más especifica, te proponemos estos ejercicios. Haz todas las repeticiones que puedas durante series de 2 minutos y, en poco tiempo, notarás los resultados.
Lee: Ejercicios para fortalecer los abdominales… ¡Bajo el agua!
Andar y correr
Puedes hacerlo de manera estática sin moverte del sitio o desplazándote, en función del espacio del que dispongas en la piscina. Con el agua a la cintura emula una carrera hacia delante y hacia atrás. Si quieres aumentar el nivel de dificultad, coloca pesos en los tobillos y aumenta la velocidad progresivamente.
Pedalear
En los centros deportivos más especializados disponen de clases de spinning bajo el agua con bicicletas adaptadas. Pero si tu no es tu caso, puedes emular el movimiento de ir en bicicleta, ayudándote de los conocidos 'churros' de natación, que mantendrán tu cuerpo a flote, y así todo el trabajo se centrará en las piernas.
'Jacks'
El eficaz ejercicio realizado en rutinas aeróbicas consistente en saltar abriendo y cerrando las piernas hacia los lados también tiene su versión acuática. Puedes complicarlo con pesos en los tobillos y moviendo los brazos enérgicamente arriba y abajo.
Saltos con rodillas al pecho
Otro tipo de saltos que puedes practicar bajo el agua es coger impulso para llevar las rodillas al pecho. Puedes hacerlo de manera simultánea con las dos piernas a la vez o bien, primero con una y luego con la otra. Al igual que en los anteriores puedes ayudarte de un 'churro' para mantenerte a flote o complicarlo introduciendo algo de peso.