¡Cuidado! Abusar de los ultraprocesados puede provocar depresión
Se ha visto que el consumo de estos alimentos produce cambios en el cerebro que aumentan el riesgo de sufrir alteraciones en el estado de ánimo
Los alimentos procesados y precocinados cada vez se consumen más en nuestro país debiéndose, principalmente, al ritmo de vida actual. El poco tiempo libre del que disponemos en el día a día hace que busquemos soluciones rápidas y fáciles a la hora de alimentarnos. Esto está provocando que dejemos de lado una dieta tan saludable como es la mediterránea y que aportemos un extra en nuestra alimentación de grasas, azúcares y sal. Pero eso no es todo, también hay cierto miedo a que aumente el riesgo de depresión. La dietista-nutricionista Marta Lorenzo, colaboradora de ¡HOLA! nos habla de su relación.
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Alimentos precocinados y ultraprocesados
Parecen lo mismo, y tiene mucho en común, pero hay algunas diferencias. Cuando hablamos de alimentos precocinados nos referimos a productos elaborados que están listos para consumir previo calentado. También los conocemos como fast food o comida rápida. Pueden pertenecer a este grupo carnes, embutidos, dulces, bollería, etc, que son ricos en sal, azúcar , grasas y endulzantes artificiales como por ejemplo el aspartamo, que puede resultar adictivo.
Muchos precocinados son ultraprocesados. Estos se pueden distinguir porque en su composición podemos llegar a encontrar más de cinco ingredientes, abundando la sal, las grasas y los azúcares, haciendo de ellos alimentos hipercalóricos y poco saludables.
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Engordan más que la comida 'real'
Hoy en día, nos importan más las calorías que aporta un alimento independientemente de su valor nutricional. Un grave error, ya que hay alimentos muy saludables que nos aportan más calorías, pero su valor nutricional es altísimo y, por lo tanto, más recomendable su consumo para un óptimo estado de salud. Sin embargo, hay productos cuyo reclamo es su ‘bajo valor energético’ pero no son nada recomendables.
Un ejemplo claro podría ser el engaño de los productos light, ya que en muchos casos, aunque no en todos (hay que revisar la etiqueta) suelen ser alimentos procesados con bajo valor nutricional a los que, simplemente, se les reduce la grasa. No obstante, su valor nutricional sigue siendo bajo. Podemos entender, por tanto, que sustituir este tipo de alimentos por otros más saludables le hace un flaco favor a nuestra salud.
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¿Por qué pueden deprimirnos los alimentos ultraprocesados?
Se sabe que pueden deprimir el sistema nervioso, además de crear dependencia a nivel cerebral, ya que por su contenido en azúcares, sal y grasas se consideran adictivos.
También se puede hacer referencia a la obesidad que pueden provocar si la ingesta de estos productos es alta. También se ha visto que las personas que sufren esta patología tienen más riesgo de sufrir problemas de autoestima, que puede afectar también a su estado anímico. Además, por su poder adictivo, suelen tener muchas dificultades para reducir el consumo.
Por todo ello se recuerda que un alto consumo de alimentos procesados, carnes procesadas, chocolate, azúcar, fritos, cereales refinados, y derivados lácteos ricos en grasa pueden dar lugar a una mayor probabilidad de sufrir depresión en las personas que lo consumen.
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¿Cuáles podrían ser las mejores recomendaciones para evitar la depresión?
- En primer lugar, intentar llevar una dieta mediterránea, tan saludable y que poco a poco estamos desterrando. Se basa en la alta ingesta de frutas, verduras y pescado, los cuales se relacionan con la disminución en la probabilidad de sufrir depresión en un 25%.
- Evitar el estrés y descansar entre 7 y 8 horas. Es necesario que nuestro cerebro descanse.
- Evitar alcohol y tabaco. Al primero se le considera un depresivo, ya que la euforia que produce cuando se consume debido a la liberación de ciertas sustancias por el sistema nervioso, cuando vuelven a su estado normal, tiende a deprimir.
En resumen, debemos conseguir unos buenos hábitos como hacer ejercicio, evitar alimentos ricos en grasas y azúcar, descansar y evitar sustancias excesivamente estimulantes y dañinas para nuestra salud.
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