Aunque durante muchos años hemos oído que el consumo de huevos podría provocar un incremento en nuestros niveles de colesterol, lo cierto es que los estudios más recientes han comprobado que se trata de una afirmación errónea.
Hay muchas investigaciones al respecto, como por ejemplo la publicada por la Escuela de Salud Pública de Harvard, que determinó que tomar un huevo al día no tiene ninguna relación con enfermedades coronarias y cardiovasculares. También, en una investigación publicada en Circulation, una revista científica norteamericana dedicada a la salud cardiovascular, se demostró que ingerir hasta 6 huevos semanales no incide de forma negativa en nuestra salud y que, en concreto, no produce o favorece padecer enfermedades cardiovasculares.
En lo que sí coinciden todos los estudios es que no podemos tener en cuenta la ingesta de huevo de la misma forma en personas sanas, que no tienen antecedentes de enfermedades cardiovasculares, diabetes o propensión a desarrollar niveles elevados de colesterol alto, y quienes sí lo tienen. En el caso de estos últimos, la ingesta de un huevo al día puede resultar demasiado, y pese a que lo más indicado es consultar esta circunstancia con un médico, de término medio se aconseja reducir el huevo a tres a la semana.
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El huevo es un alimento muy poderoso
Además de que el huevo resulta un elemento culinario muy versátil y que puede encajar bien con casi cualquier preparación, bien sea para un guiso elaborado como para un postre, lo cierto es que los valores nutricionales del huevos son muy poderosos. Los huevos tienen los aminoácidos esenciales que nuestro organismo necesita, además de las llamadas “grasas buenas”, y minerales como potasio, hierro, fósforo, magnesio y vitaminas A, E y B.
Los huevos contienen micronutrientes que funcionan como antioxidantes, producen saciedad y aportan una de las proteínas más provechosas para nuestro organismo. Además, se digieren con mucha facilidad y son clave en la síntesis de fibras musculares. Esto, en suma, favorece que una dieta que los incorpore sea propicia para perder peso.
Además, el huevo aporta luteína y zeaxantina, que son dos pigmentos amarillos que se incorporan a nuestra retina y que favorecen la regeneración celular de nuestros globos oculares, favoreciendo una mayor salud visual.
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Buenos para la piel y los tejidos
Como ya hemos comentado, algunos de los micronutrientes y las proteínas de los huevos favorecen la regeneración de los tejidos de nuestro organismo. Esto es, en suma, una ayuda para que nuestra piel se vea más lustrosa, pues sus células se renuevan con mayor velocidad y efectividad.
El huevo está especialmente indicado para personas de mediana edad, que puedan sufrir de sarcopenia, que es la natural pérdida muscular que se da en ciertas edades y que suele ir acompañada de una mejor actividad física, y que con el tiempo puede acabar siendo uno de los problemas más graves que afronte nuestro organismo, pues derivado de la sarcopenia pueden venir un sinfín de situaciones negativas para nuestra salud. El huevo, sin embargo, ayuda a paliar esta situación, ya que aporta grasas insaturadas, vitamina D y proteínas de calidad.
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