Es deseo de la mayoría lucir una sonrisa brillante, blanca y perfecta. Pero para ello, se hace imprescindible la higiene bucal. Cepillarse adecuadamente los dientes después de cada comida, usar el hilo dental y no excederse con los dulces asegurarán una sonrisa de cine y evitarán el mal aliento. Eso sí, aunque se cumpla a rajatabla con todo, no hay que olvidar que hay que acudir al dentista al menos una vez al año.
Antes de un blanqueamiento, buena higiene bucal
Tener una buena higiene bucal es garantía de salud y limpieza, dos requisitos fundamentales para evitar diversas dolencias que pueden afectar tanto a la boca en general como a los dientes en particular. Además, cepillarse los dientes adecuadamente después de las comidas evitará que las bacterias y los residuos alimenticios se depositen en la boca y provoquen otras alteraciones muy molestas como el mal aliento. Junto a una dieta sana también podremos evitar las manchas en los dientes. Sin embargo, a veces es necesario recurrir a un blanqueamiento dental.
Y es que, a pesar de que la genética determina el color de los dientes y, por lo tanto, el tono no siempre es el mismo, sí es cierto que, con el tiempo, el esmalte va perdiendo su color original y aparecen manchas y decoloraciones que obligan a muchos a pedir una solución de urgencia.
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Cuándo hacer un blanqueamiento dental
"El blanqueamiento dental es un tratamiento estético que recupera el color natural de los dientes, reduciendo uno o varios tonos su color y devolviendo a la sonrisa su aspecto natural. Es uno de los tratamientos más utilizados en estética dental gracias a su eficacia", explica la doctora Berta Uzquiza Arauzo, de la Dirección Médica de Sanitas Dental.
Existen diversas técnicas para el blanqueamiento dental que, aunque no consigue cambiar totalmente el color, sí aclara el matiz dentro de la gama: por fotoactivación en el gabinete dental o con férulas en el domicilio.
"El blanqueamiento por fotoactivación se realiza en la clínica dental, mediante el sistema de blanqueamiento profesional activado con luz a través de una lámpara especializada en el gabinete. En el segundo tipo de blanqueamiento, el principio activo se coloca mediante un gel sobre las férulas personalizadas previamente diseñadas. Se colocan en boca normalmente para dormir", aclara la especialista. Además ambos tipos de blanqueamiento se pueden combinar.
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¿Es un tratamiento apto para mí?
El blanqueamiento dental es una técnica sencilla y recomendada a todas aquellas personas que quieran aclarar el tono de sus dientes y que conserven una buena salud bucodental, puesto que cualquier patología o demasiados empastes o fundas pueden entorpecer y hasta limitar el procedimiento.
Por ello, antes de llevar a cabo un blanqueamiento dental, el especialista tiene que asegurarse de que el paciente se encuentra en buen estado de salud y que su boca está sana.
Principalmente hay que descartar la existencia de caries, restauraciones antiguas (fundas, empastes,...) y problemas periodontales como la gingivitis o la periodontitis (piorrea). Asimismo, es muy importante determinar el origen de los cambios cromáticos de los dientes.
Y es que, no todas las manchas se pueden quitar. Las más fáciles son las adheridas a la superficie del diente y, generalmente, se puede eliminar totalmente mediante un tratamiento periodontal de higiene y profilaxis (limpieza profesional), junto a una buena instrucción de higiene personal y tratando de evitar los agentes colorantes. Sin embargo, existen otras que han conseguido penetrar hasta la capa más interna y es difícil combatirlas con un blanqueamiento.
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Precauciones para mantener el blanqueamiento
Una vez realizado el tratamiento es importante adoptar unas medidas higiénico-dietéticas para evitar la hipersensibilidad dental, algo habitual cuando se realiza un blanqueamiento, y no manchar los dientes. Por ejemplo:
- Evitar el consumo de tabaco.
- Llevar una dieta 'blanca' durante los siete días posteriores al tratamiento, que consiste en ingerir alimentos y líquidos sin colorantes artificiales o azafrán. Evitar la ingesta de productos tales como café, té, bebidas de cola, bebidas alcohólicas, vino tinto o rosado, mosto, alcachofa, remolacha, cerezas, fresas, moras, frambuesa, granada, sandía, uvas negras, chocolate, cacao, zanahorias, brócoli, espinacas, tomate frito o tinta de calamar. Asimismo evitar la ingesta de productos lácteos y arroz.
- Realizar una correcta y escrupulosa higiene oral.
- No utilizar colutorios o pastas dentífricas de color, puesto que contienen extractos y colorantes artificiales.
- Seguir estrictamente las pautas post blanqueamiento dental designadas por el profesional clínico responsable.
¿Sirven de algo los kits de blanqueamiento de venta en farmacias?
Para que el blanqueamiento tenga éxito es necesario poder alcanzar la dentina, la capa que está debajo del esmalte y que da el color al diente. "Mediante los kits de venta en farmacia, genéricos y sin diseño de férula individual, no es posible lograrlo, por lo que no dan resultado", concluye la doctora Berta Uzquiza.