Ideas para reducir el plástico en la cocina
Cada gesto cuenta y podemos minimizar fácilmente la huella ambiental en este rincón de la casa, uno en el que más acumulamos productos de este material contaminante
El plástico se ha convertido en uno de los grandes problemas medioambientales. A pesar de que se están comenzado a tomar medidas para reducir su uso, como la 'guerra' contra las bolsas de plástico o la apertura de supermercados zero waste, podemos cambiar nuestros hábitos para reducir el consumo de este material contaminante, que ha inundado nuestra vida, y buscar alternativas. Cada gesto cuenta y podemos empezar a mostrar nuestro espíritu más ecológico en la cocina, uno de los rincones de la casa en el que más acumulamos productos de plástico.
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Compra a granel
La inmensa mayoría de productos que encontramos en la balda del supermercado y, por consiguiente, en nuestra cocina están envasados. Afortunadamente, hacer la compra sin plástico, sin envases y sin envoltorios de un sólo uso sí es posible con la venta a granel. Este sistema, que antiguamente utilizaban nuestros abuelos y padres, quienes hacían la compra con sus cestas, hueveras y botellas de cristal, se postula como una alternativa para acabar con la gran cantidad de envases que depositamos en nuestra cocina. Además, en este sentido, podemos evitar adquirir alimentos envasados con plástico o enlatados y optar por los que se comercializan en tarros o envases de cristal, que se pueden reutilizar.
'Tuppers', botellas y envoltorios reutilizables
Para hacer frente a este ritmo frenético de la rutina, los tuppers se han convertido en uno de los grandes aliados para guardar alimentos y transportar comidas. Tanto es así que, en muchos hogares, podemos encontrar decenas de ellos. Sin embargo, almacenar o calentar comida en los estos recipientes de plástico de toda la vida puede estar envenenándote, ya que al calentar este material se liberan sustancias tóxicas. Sustitúyelos por los de acero inoxidable o vidrio. Lo mismo que con las botellas de agua mineral que guardamos en la nevera. En este sentido, es recomendable optar por la del grifo y, si el agua de tu zona no es buena, puedes usar un filtro, es una pequeña inversión con la que contribuirás al medioambiente y también al bolsillo.
En cuanto a los envoltorios, intenta prescindir del papel de aluminio o film con el que solemos envolver todo tipo de productos, desde medio tomate hasta un bocadillo. ¿Una alternativa sostenible? Los envoltorios con cera de abeja, un producto reutilizable que ayuda a conservar los alimentos y a reducir residuos fácilmente. Solo tienes que envolver con ellos el alimento que quieres cubrir, moldeando con tus manos para que el calor ayude a que el envoltorio se ajuste a él gracias a la acción de la cera. Luego se lavan y pueden volver a utilizarse.
Para los productos que guardamos en el congelador, podemos utilizar bolsas de silicona que sustituyan a las clásicas de plástico. Son perfectas para conservar alimentos en el congelador, pero también para calentar en el microondas, cocinar, ordenar y colocar la comida en el refrigerador o transportar a diario el tentempié.
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