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Nos pasamos el año entero soñando con que llegue el verano para poder disfrutar de las ansiadas y adoradas vacaciones. Días de asueto en los que poder desconectar y realizar alguna que otra escapada a la playa, a la montaña, al pueblo o a cualquier otro destino; días felices que pueden quedar empañados por miedos irracionales ante los que mucha gente es incapaz de actuar. Fobias que aparecen en vacaciones y que están directamente relacionadas con el tipo de transporte que utilizamos para llegar a nuestro anhelado destino o, directamente con el sitio en sí.
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Miedo a los aviones, a los barcos y trenes, a las alturas, al mar… Estos temores son mucho más frecuentes de lo que pudiéramos pensar y, aunque puede parecer complicado, es posible hacerles frente. Pulso y corazón acelerado, mareos, náuseas, temblores y sudores suelen ser algunos de los síntomas que más padecen las personas que sufren algún tipo de cuadro nervioso o de ansiedad relacionado con estas fobias. No obstante, aunque es bastante común que todos suframos alguna vez en la vida algún tipo de crisis de este tipo, únicamente entre un 15 y un 30% de los casos puede hablarse de una verdadera fobia, es decir, de un miedo realmente enfermizo y paralizante. Para estos casos, existen terapias psicológicas que pueden ayudar a superar estos miedos.
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Aerofobia
La aerofobia es uno de los temores más comunes. La idea de subir a un avión aterra a miles de personas en todo el mundo. Si tienes que coger uno en las próximas semanas procura evitar las ventanillas e intenta distraerte con un poco de música. Un poco de meditación antes y durante el vuelo te ayudarán también a relajarte y a no pensar en ello. Elimina los pensamientos negativos de tu mente y recuerda que los aviones son uno de los medios de transporte más seguros.
Acrofobia
La acrofobia es el miedo a las alturas. Se trata de una exageración del temor a las alturas, que produce un malestar psicológico o algún tipo de impedimento para hacer actividades de la vida normal. Asomarse a un balcón o a una ventana con una altura considerable, a pesar de que no exista peligro alguno, pone en alerta a las personas acrofóbicas, inundándoles a muchos la sensación de vértigo al instante.
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Talasofobia
La talasofobia es el miedo irracional que padecen las personas con pánico al mar y a los océanos. La inmensidad del gran azul es capaz de bloquearlos por completo y no permitir que disfruten de las maravillas que ofrece. Las profundidades de sus aguas esconden maravillosas criaturas que también suelen provocar pánico, como la ictiofobia, miedo a los peces, o la selacofobia, bastante más común, a los tiburones.
Hidrofobia
Otra de las fobias más comunes también está relacionada con el agua. La hidrofobia es temor irracional a estar en contacto con el agua o a caer y hundirnos en ella. Muchas de las personas que no saben nadar sienten hidrofobia cuando se ven rodeados de agua, no solo en el mar, también en las piscinas. También puede traer problemas de higiene personal y de hidratación, aunque solo en los casos más extremos.
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