Cómo la falta de autoestima puede arruinar tu negocio
Aunque domines a la perfección el entorno y creas estar bien preparado, no conseguirás alcanzar el éxito y lograr los objetivos si no crees en ti, en tus ideas y en tus capacidades
Emprender es una de las decisiones más complicadas e importantes que se pueden tomar. Requiere invertir dinero, tiempo y esfuerzo, sin ninguna garantía de que el negocio vaya a salir adelante. Una vez tomada la determinación, debes ponerte manos a la obra y adquirir los conocimientos necesarios. Estudiar el mercado, analizar a los competidores, definir a la futura clientela o buscar asesoría son algunas de las acciones obligatorias que se tienen que realizar antes de dar el gran salto. Sin embargo, aunque domines el entorno en el que te vas a desenvolver y creas estar bien preparado, no conseguirás alcanzar el éxito y lograr los objetivos si no crees en ti, en tus ideas y en tus capacidades.
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Miedo al fracaso y falta de confianza
Tener una buena autoestima repercute de forma directa en el éxito laboral. A la hora de emprender un negocio, nunca se debe tener miedo a fracasar. La inmensa mayoría de personas que intentan sacar adelante un proyecto, conocen el fracaso antes de lograr el éxito definitivo y tienen que empezar, en más de una ocasión, desde cero. Sin embargo, lejos de hundirte y tirar la toalla, es fundamental sacar una lectura positiva de la situación para tratar de aprender de los errores y continuar intentándolo.
Al haber cometido un error, una persona puede pensar que no es válida para capitanear un barco. Sin embargo, la falta de autoestima solo provocará que pierdas credibilidad como líder y acentúes tu inseguridad.
Recuerda cuál es tu pasión
La falta de confianza puede llevarte a olvidar cuál es tu pasión y el motivo por el que te lanzaste a la aventura con una determinada idea. Una de las reglas de oro para que un negocio funcione sobre ruedas es disfrutar del trabajo y, para ello, es necesario tener una alta autoestima. Esto no significa necesariamente que puedas hacer todo y que, además, lo tengas que hacer a la perfección. Tener una buena consideración de uno mismo significa contar con la capacidad para reconocer nuestras propias habilidades y limitaciones y estar dispuesto a arriesgarse y a aprender.
Cuando tenemos autoestima baja, que no tiene por qué estar relacionada con la falta de capacidad o conocimientos, repercute en la calidad y eficiencia del negocio, pero también en nuestra relación con el resto de miembros de la empresa o proyecto. Vulnerabilidad, pesimismo en las expectativas, desgana, apatía o culpabilidad son algunas de las sensaciones negativas que podemos transmitir y que, a buen seguro, percibirán tus compañeros. En vez de alejarte física y emocionalmente del grupo, apóyate en tu equipo productivo siempre que este te haga sentir bien, te aporte energía, estabilidad y bienestar y logre sacar lo mejor de ti.
Aprender a controlar y gestionar el miedo en nuestro día a día se hace indispensable para avanzar en todos los sentidos. Tienes que aceptarte con tus puntos fuertes y los más vulnerables, dejar de maltratarte y definir tu rumbo para recuperar la autoestima, algo vital para que un negocio funcione.
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