Parece increíble cómo las nuevas herramientas de gimnasio le han pasado por encima a la comba. ¿Acaso crees que una kettlebell o una battle rope son materiales más sofistiados? A fin de cuentas, los recursos que necesitamos para hacer ejercicio son sencillos y siguen todos una línea común evidente: fomentar la calistenia, es de decir, poner en marcha tu cuerpo y aprovechar tu propio peso corporal para generar esfuerzo y poner en movimiento tus músculos.
La comba es una compañera perfecta para tu ejercicio. Y, sin desmerecer otras herramientas, ya es hora que la re-descubramos y obviemos que no tiene un nombre en inglés ni hay una marca comercial detrás que le realice el márketing. Piensa por ejemplo en el TRX (las correas para realizar ejercicios), seguro que si a la comba le pusiéramos un nombre llamativo caerías antes en la cuenta de que el ejercicio que se realiza con ella es fantástico.
La comba no sólo sirve para el calentamiento
El ejercicio con la comba es completísimo porque incluye unos beneficios añadidos que no son del todo comunes en otras herramientas de gimnasio: la coordinación y el ritmo. Cuando hacemos ejercicio con la comba debemos acompasar la respiración a los saltos y acompasar estos movimientos de forma milimétrica.
Se trata de un ejercicio cardiovascular en el que trabajamos de forma muy profunda la psicomotricidad, la agilidad, el ritmo y la coordinación. No solo existe la forma clásica de saltar a la comba, también hay otros ejercicios que podemos realizar con ella que añaden un plus de complejidad y que enfocan este ejercicio hacia el trabajo con otros grupos musculares. De esta forma, podemos convertir este ejercicio aeróbico en un auténtico quema grasas.
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La comba puede formar parte de un buen entrenamiento HITT
Los entrenamientos funcionales se caracterizan por subir las pulsaciones, y mantenerlas altas, a base de una serie de ejercicios de intervalos cortos que ponen a prueba nuestra resistencia, y donde juegan un papel crucial los ejercicios de alta intensidad. La comba es un básico de este tipo de entrenamientos.
Sin embargo, para que este tipo de entrenamientos alcancen todo su esplendor y se quemen calorías de forma eficaz, es muy importante modelar lo suficiente nuestra postura y coger maestría al realizar todos los ejercicios. En el caso de la comba también pues, aunque parezca sencillo, al pasar de los 20 saltos empiezas a comprobar que debes mantener cierta pericia. Cuanto mejor realices los saltos “clásicos”, más y mejor preparada estarás para sacarle partido a la comba, quemar más calorías e incluir ejercicios más complejos y beneficiosos.
El secreto de la variedad de la comba está en la posición de los brazos. El modo básico es hacerlo de forma erguida y con las muñecas a la altura de la cadera, pero existen multitud de variantes que incluso pueden ser realizadas en pareja, para hacerlo más complejo, poner a prueba la coordinación y aportar mayor diversión.
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Barato, seguro y provechoso
El trabajo con la comba está indicado a personas de todas las edades y no tiene contraindicaciones para personas que puedan sufrir algún tipo de lesión, a menos que sea una lesión de cadera o espalda. En esos casos no deberías optar por este tipo de ejercicio.
Además, dado que se trata de un ejercicio de alto impacto, cuanto más absorbente sea el suelo sobre el que saltas, mejor le irá a tus articulaciones. Puedes saltar sobre césped, arena o buscar una zona recreativa o de gimnasio pavimentada con un suelo elástico. De esta forma minimizarás el impacto que tienen los saltos sobre tus articulaciones, protegiéndolas de futuras lesiones.
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