Las vacaciones son el momento idóneo para descubrir nuevos lugares, descansar y, por supuesto, desconectar de la rutina y las obligaciones. Además de embarcarse en nuevas aventuras y disfrutar de diferentes actividades de ocio, el periodo vacacional puede servir de gran ayuda para conocerse a uno mismo y salir de la zona de confort. Este descanso no solo se produce a nivel físico, sino también a nivel mental y emocional, y puede servirnos para trabajar y reforzar la autoestima. Basta con hacer la maleta, centrarse en el momento presente y seguir unos sencillos consejos.
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Una nueva rutina
Muchas de las obligaciones que ocupan nuestro día a día desaparecen en el periodo estival. Sin embargo, esto no significa que tengamos que deprendernos de todo lo que nos rodea, sino de establecer una nueva rutina y centrarnos en hábitos que descuidamos durante el resto del año, como el descanso o la alimentación. Tener tiempo para disfrutar de estos pequeños placeres contribuirá a nuestro bienestar y a reducir el estrés, así como los pensamientos negativos.
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Recupera 'hobbies' y descubre nuevos
Es el momento de recuperar aquellas actividades que te aportaban un plus de placer y tranquilidad, como leer un buen libro, hacer una caminata, retomar las clases de yoga o someterte a un ritual de belleza, y que has olvidado por falta de tiempo, desgana o desmotivación. Por otro lado, algo que ayudará a paliar tus miedos e inseguridades, es probar nuevas actividades que te permitirán sacar lo mejor de ti misma y recuperar parte de confianza. Ten en mente disciplinas como mindfulness, meditación o ejercicios de relajación que puedes practicar al aire libre y son una gran herramienta para vivir el presente.
Acumula experiencias
Las vacaciones nos permiten acumular nuevas experiencias, algo que, sin duda, contribuye a fomentar la autoestima. Escápate a ese sitio del mundo con el que siempre habías soñado, saborea la gastronomía del lugar, despeja tu mente y, en definitiva, disfruta del placer de vivir. Es el momento de tachar de la lista las 'tareas' pendientes. En estos viajes y actividades, rodéate de personas sanas, que te hagan sentir bien, que te aporten energía y bienestar, y aléjate de todo aquel que sea tóxico en tu alrededor. Únicamente piensa en aquellos familiares y amigos que consiguen sacar lo mejor de ti.
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Un nuevo reto
A pesar de que las vacaciones están destinadas a centrarse en el momento presente, puedes emplear parte de estas para hacer un balance. Viaja al pasado para recordar qué es lo que has vivido, qué has recibido y qué echas en falta para sentirte plena y feliz. Una vez que hayas realizado este análisis, establece una serie de propósitos realistas que te motiven y te permitan creer en ti misma. No se trata de centrar tu mirada en el mes de septiembre, sino de buscar nuevas ilusiones y metas que nos ayuden a seguir creciendo positivamente.