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Cuando hablamos de los mejores deportes que puedes realizar, sin duda en el número uno de la lista está la natación, porque se trata de un ejercicio tremendamente completo que hará entrar en movimiento a todos tus grupos musculares. Al nadar realizarás un esfuerzo considerable sin ser demasiado consciente del calor y del sudor, dado que el agua ayuda a neutralizar esa sensación de cansancio y calor que podríamos experimentar al aire libre.
Además, hacer natación es un tipo de ejercicio aeróbico que tiene un impacto nulo en nuestras articulaciones, que es uno de los mayores peligros de otro tipo de disciplinas que parecen inocuas, pero a largo plazo pueden ejercer un grave problema para las articulaciones, como es el caso del running y las rodillas.
Sin embargo, no todos los estilos de natación son iguales. Todos tienen sus pros y contras porque resultan más o menos fáciles o intensos, pero lo cierto es que en todos el trabajo cardiovascular va ser óptimo, y te ayudará a perder peso y a tonificar los músculos. Recuerda la famosa frase de “tiene cuerpo de nadador” sobre las personas que están musculadas y estilizadas.
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Cuatro posturas con cualidades concretas
Si no eres una profesional de la natación y aprendiste de forma amateur, probablemente te hayas decantado por un tipo de nado y sea ese el que más prácticas. Esto tiene que ver con la facilidad de algunos estilos o por afinades personales.
Por ejemplo, el más fácil de aprender es el crol, y es muy gratificante porque percibes que vas a la mayor velocidad; por lo que cuanto más nadas a crol, más eficiente te parece esta forma de nadar. La postura es fácil de adquirir, y también la estabilidad es sencilla porque no hay grandes cambios en la posición. Sin embargo, respirar resulta difícil, pues el movimiento de girar la cabeza se debería sincronizar una rápida bocanada de aire.
Con el estilo crol estamos potenciando, sobre todo, los grupos musculares del pecho, la espalda y la zona dorsal. Pero no es un estilo con el que quememos muchas calorías. Su trabajo es similar al resultado que podríamos conseguir caminando a buen ritmo. Si tenemos en cuenta una sesión de natación de 30 minutos, es muy probable que perdamos del orden de las 257 kilocalorías.
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Nadar de espalda tiene el mismo gasto energético que el crol, y aporta mayor facilidad porque la postura es más erguida y no existen tantas posibilidades de errar. Respirar es el punto fuerte del nado de espaldas, porque como la nariz siempre permanece sobre el agua puedes respirar sin problema. Sin embargo, se trata de un estilo que no tiene gran potencia, por lo que requiere más esfuerzo para conseguir el desplazamiento. Pero si lo eliges, estarás potenciando el trabajo con los grupos musculares de la espalda, dorsales e isquiotibiales.
Nadar a braza (o a pecho) es uno de los estilos que más calorías te ayudarán a perder, del orden de unas 367 kcal cada 30 minutos. Pero es el estilo con el que más lentamente te desplazarás, lo que en ocasiones desmotiva un poco. Nadar a braza pone en marcha el grupo muscular del pecho y los cuadríceps.
El estilo ganador para nadar y perder calorías es el mariposa. Si se realiza correctamente, manteniendo una buena postura y respirando de la forma indicada, podría ayudarte a perder hasta 400 kcal en solo media hora. Notarás que los beneficios se notan en los hombros, la espalda y el pecho.
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