La alergia a los perros, gatos o caballos es cada vez más común en la población española. Un 20% ha desarrollado esta sensibilización, que no es más que una reacción al epitelio y otros alérgenos de estos animales.
Hasta ahora, la solución pasaba por no acercarse a ellos y evitarlos. Por lo que los amantes de estos peludos tenían que renunciar al deseo de tener una mascota en casa. Sin embargo, gracias al avance en medicina, las personas que sufren alergia a los animales pueden combatirla gracias a la vacunación.
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El pelo no es el causante
La alergia a los animales es una respuesta anómala del sistema inmunitario frente a sustancias del exterior (alérgenos), en este caso, la piel de algunos animales que, sin ser dañinas, son reconocidas por el cuerpo como una amenaza.
Esto se produce porque algunas de las proteínas que desprenden los animales y que proceden de la piel, la saliva y la orina, entre otros, pueden provocar en algunas personas la denominada alergia a epitelios, una enfermedad básicamente respiratoria que complica la convivencia de las personas con sus mascotas. Es decir, no es el pelo el responsable.
La consecuencia de este ‘error’ es el desarrollo de síntomas como:
- Ojos rojos, picor y lagrimeo
- Picor en nariz, garganta y paladar
- Congestión nasal, estornudos y mucosidad líquida y transparente
- Dificultad para respirar, tos, pitidos y opresión en el pecho
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Causas de la alergia a los animales
Existen varios factores que lo favorecen:
- Factores genéticos (si los padres la tienen, los hijos tienen mayor probabilidad de sufrirla)
- Lugar de residencia (se ha teorizado con la idea de que una exposición temprana puede proteger)
- Padecer otras enfermedades alérgicas
- Padecer enfermedades no alérgicas
- Toma de algunos medicamentos
Asimismo, algunas características del propio animal también pueden aumentar el riesgo de alergia. Por ejemplo, hay razas de perro que se consideran ‘hipoalergénicas’, aunque en realidad lo que ocurre es que las características de su pelo y de su saliva hacen más difícil que produzcan esta reacción en sus propietarios.
Convivir con más mascotas también puede aumentar el riesgo en personas genéticamente predispuestas.
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Medidas para evitar las reacciones alérgicas
La medida aconsejada es retirar el animal de la casa, puesto que una exposición permanente puede acabar ocasionando una inflamación en los bronquios que puede hacerse crónica aunque no se presenten síntomas. Sin embargo, no todos los propietarios adoptan esta medida. En estos casos, la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica ofrece estas recomendaciones:
- Extremar la higiene en el hogar
- Evitar el contacto directo y si toca al animal, lavarse las manos después
- Evitar que el animal entre en el dormitorio del alérgico y ventilar a menudo
- Lavar con frecuencia al animal y consultar con el veterinario sobre productos de uso tópico que evitan que desprenda tanta caspa.
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La vacunación puede ser la solución
Gracias a la vacunación, puede no ser necesario renunciar a nuestro fiel amigo para combatir la alergia. Según explica el doctor Alfredo Iglesias Cadarso, del servicio de Alergología del Hospital Universitario Puerta de Hierro, de Majadahonda, en Madrid, “el único tratamiento que puede modificar la historia natural de la enfermedad respiratoria por epitelios es la inmunoterapia específica contra el alérgeno, que además no excluye otros tratamientos”.
De hecho, una nueva vacuna lanzada por Merck, para tratar la alergia a los perros, gatos y caballos, cuenta con extractos de alérgenos de epitelios animales. El tratamiento se administra vía subcutánea y en dos fases: una inicial, que debe comenzar cuando la enfermedad está controlada, y otra de mantenimiento. En total, la terapia puede durar entre 3 y 5 años.
Diagnóstico de la alergia a los animales
Antes de administrar esta vacuna, es necesario realizar una valoración correcta de la alergia. Además de analizar los síntomas y los momentos en los que se producen las reacciones exageradas del sistema inmune, “es imprescindible realizar un diagnóstico muy preciso mediante pruebas cutáneas, el análisis de anticuerpos de inmunoglobulina E y un producto alergénico de alta calidad que contenga los alérgenos principales bien caracterizados, estandarizados y en las dosis adecuadas”, señala el especialista en alergología. Si el médico entonces lo estima conveniente, la administración de la vacuna puede solucionar este problema.
Sin duda, se trata de una buena noticia para aquellas personas que deciden no renunciar a su animal de compañía si se detecta un caso de alergia a los animales en la familia, un problema que, según concluye el doctor Alfredo Iglesias “afecta a todos los países del mundo y que se está incrementando de forma alarmante en los últimos años, tal vez debido a la vida más sedentaria que se vive en las ciudades”, y a tener las mascotas en los hogares, especialmente, perros y gatos.
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