Sigue estos consejos si la ola de calor hace que duermas peor y discutas con tu pareja
Las elevadas temperaturas afectan a nuestro sueño, hacen que durmamos peor y eso conlleva una mayor irritabilidad y, por ende, un mayor riesgo de que se produzcan conflictos
Nos encontramos inmersos en plena ola de calor. Durante estos días, no solo llevaremos mal las altas temperaturas, también se pueden resentir nuestras relaciones. Peleas con los compañeros por el mando que controla el aire acondicionado, mayor incomodidad en los medios de transporte público y, cuidado con ello, más conflictos de pareja. Así lo advierte un reciente estudio realizado por Gleeden: El 68% de las personas casadas discuten más durante una ola de calor, e incluso más del 30% ¡deciden dormir separadas!
Es verdad que enfadarse y discutir puede ser positivo, puesto que saca a la luz un problema de pareja que debe ser solucionado. Pero cuando se está más irritable y se salta a la primera por estar más cansados o por el calor hay que tratar de buscar una solución para que estos encontronazos no arruinen una relación de pareja.
¿Por qué nos afecta tanto la ola de calor?
Cuando el calor aprieta saltan chispas. Nuestro organismo se somete a un duro proceso para tratar de mantenerse fresco y no recalentarse. Sudamos más, pero, sobre todo, dormimos peor y estamos más aturdidos. A eso se le suma las pocas ganas de hacer planes, el nerviosismo y el cansancio por la falta de sueño.
La buena noticia es que que se puede dormir mejor. “Mientras que algunas personas solo tienen dificultades para dormir durante los meses de calor, otras los sufren a lo largo de todo el año, acentuándose más, si cabe, en verano”, aclara la doctora Cristina Zunzunegui, especialista en Psiquiatría y Medicina del Sueño y directora general de Somnisa, especialistas en sueño. “Aunque el calor es inevitable, sí que podemos cambiar nuestros hábitos y seguir unas pautas que nos ayuden a mejorar nuestra educación en torno al sueño”, añade.
Consejos para dormir mejor y estar menos irritable
Revisa tu ropa de cama. Tejidos como el polyester retienen la humedad del cuerpo, por lo que no transpira y aumenta la sensación de calor. "La mejor alternativa a los sintéticos son los tejidos naturales como la seda y el algodón”, explica la doctora Zunzunegui.
Ojo con lo que comes. Las digestiones pesadas, unidas al calor, son uno de los principales enemigos del sueño. “A lo largo de todo el año, pero especialmente durante estos meses, es recomendable optar por cenas ligeras. Además, es conveniente evitar la ingesta de alcohol ya que, aunque sí que ayuda a conciliar antes el sueño, este será menos profundo y sufrirá más interrupciones", aclara.
La cama es para dormir. Es normal que, nada más acostarte, cojas tu smpartphone de la mesilla y chatees por una aplicación de telefonía móvil con tus amigos o hagas un repaso a sus redes sociales para estar al tanto de sus vacaciones. Esto, no obstante, también puede hacer que sigas dando vueltas en la cama. “Una de las pautas fundamentales a seguir para lograr una correcta higiene del sueño es no hacer en la cama ninguna otra actividad que no sea dormir o mantener relaciones”, subraya la experta.
No a la ducha fría. No es la ayuda para conciliar el sueño. “En primer lugar, se produce en nuestro cuerpo un proceso de quema de calorías para afrontar ese cambio brusco de temperatura, lo que da lugar a una sensación de calor, que es lo contrario a lo que se pretendía. En segundo, el agua fría no hará sino reactivar nuestro cuerpo, haciendo más complicada la labor de dormir”, señala la experta.
Busca ayuda. Si a pesar de mantener una buena higiene del sueño no consigues dormir bien y te sientes irritable y cansado por la mañana, es importante que busques ayuda de un especialista que te oriente sobre las medidas para conciliar mejor el sueño.