Greenpeace lidera una campaña para denunciar los efectos de la ganadería industrial
La ONG ambientalista, en colaboración con la Coordinadora Estatal Stop Ganadería Industrial, lanza un proyecto para concienciar e intentar frenar la producción y el consumo masivo de carne
Los ambientalistas llevan años denunciando las consecuencias nefastas que tiene para el planeta el consumo excesivo de carne. Las granjas explotan a los animales y los reproducen masivamente para poder satisfacer la alta demanda. Una práctica que genera múltiples impactos a nivel medioambiental y que es responsable indirecta del cambio climático, la deforestación, pérdida de biodiversidad, contaminación y escasez de agua. Para ello Greenpeace, en colaboración con la Coordinadora Estatal Stop Ganadería Industria, ha querido lanzar el proyecto #Planetaencarneviva, cuyo objetivo principal es concienciar a la población, regular a nivel estatal e intentar, a través de una recogida de firmas, que los gobiernos y las empresas implicadas adopten "medidas urgentes y contundentes para revertir la situación".
España es el segundo país europeo y el cuarto a nivel mundial que más carne consume por persona y día. Según el último informe elaborado por la Organización ambientalista, una persona adulta consume de media diaria aproximadamente un cuarto de kilo (250 g) de carne al día, es decir, alrededor de 90 kg de carne al año. Una cifra totalmente insostenible si atendemos a los datos y al gasto planetario que produce generar esa cantidad de alimento. Y es que, para producir únicamente un kilo de carne -de vaca- se necesitan utilizar unos 15.000 litros de agua. Esto se debe a la gran cantidad de alimento que necesita consumir cada animal antes de pasar por el matadero, pues cerca del 75% de la superficie agrícola se destina a la ganadería, tanto en forma de pastos como para producir piensos. Además, explican que el 14,5% de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero a nivel mundial proceden directamente de la ganadería y que el 80% de la deforestación de la Amazonia se atribuye a la actividad ganadera.
El consumo excesivo de carne es perjudicial para la salud
Un problema que también afecta a nuestra salud. La OMS ya advirtió hace tiempo de las numerosas consecuencias que podía tener para nuestro cuerpo el consumo excesivo de carne. En su informe se centraban en la procesada y roja, calificadas respectivamente como carcinógenas y potencialmente carcinógenas para el ser humano. Por otra parte, "el uso masivo de antibióticos en la ganadería industrial contribuye significativamente al desarrollo de resistencias a estos medicamentos". Según la OMS, la resistencia a antibióticos podría provocar más muertes que el cáncer en 2050. España es el país de Europa que más los utiliza en este sector.
"Si el consumo alimenticio de España volviera a los patrones de la dieta mediterránea de antaño, las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a la producción de alimentos bajarían un 72%; el uso de tierras agrícolas se reduciría un 58%; el consumo de energía disminuiría un 52% y el de agua un 33%", alertan desde la plataforma. "En Greenpeace trabajamos para conseguir un modelo de agricultura y ganadería que nos pueda proveer de alimentos sanos, de calidad, de cercanía, que permita mantener un mundo rural vivo y, por supuesto, que respete el medio ambiente y el bienestar animal. Ante la futura Ley de Cambio Climático y Transición energética Greenpeace ha manifestado la necesidad de desarrollar una estrategia para reducir la producción y consumo de carne y otros derivados animales de producción industrial y apoyar la producción extensiva, local, de calidad y ecológica. Proponemos frenar la expansión de la ganadería industrial estableciendo una moratoria estatal y que se adopte de la 'dieta de salud planetaria', tal y como pide la comunidad científica", explican.