Cada vez son más las acciones que el ser humano pone en marcha con el fin de preservar el medio ambiente. Sin embargo, hasta el momento no se había conocido ningún caso en el que dos futuros esposos convirtieran su boda en un auténtico fenómeno eco. Es el caso de Leonie Starr y su prometido, Matthew Porter una pareja de jóvenes australianos que se han propuesto cumplir un complicado reto. Con una fuerte presencia en las redes sociales, la novia explicaba claramente, en un perfil creado exclusivamente para conseguir su objetivo, los detalles de sus pretensiones y las de su futuro marido: “¡Hola! ¡Mi nombre es Leonie Starr y mi 'meta loca' es recolectar 810.000 botellas para pagar toda nuestra boda! Con la ayuda de todos, creo que ¡podemos hacerlo! He estado limpiando parques y playas locales, cogiendo todo lo que puedo encontrar para ingresarlo en mi depósito local EnviroBank de la Costa del Sol. ¡Felizmente puedo anunciar que he reciclado mis primeras 1.000 botellas!”.
Junto con la información de su novedosa iniciativa, Starr continúa su relato lanzando una petición a sus followers: ¡Ayudadme a reciclar, siéntete libre de mandarme un mensaje (o enviarme un correo electrónico) si tienes algo que recolectar o reciclar por algo de dinero extra de bolsillo! Nos quedan 809.000 para el final. Una cantidad que, desde que publicara este llamamiento, se ha visto reducida tras convertirse en un auténtico fenómeno viral. En la actualidad, y desde hace siete meses que arrancara el reto, la suma recaudada ha aumentado de manera considerable. Un avance que la futura contrayente ha querido compartir en una reciente entrevista con el periódico Daily Mail: "Desde noviembre he recogido 61.022 botellas, lo que asciende a unos 6.100 dólares". Una importante cantidad, gracias a diferentes acciones como su última caminata benéfica, que ya se han materializado en los primeros elementos del futuro enlace. Se sabe que, con el dinero recopilado ya se han comprado los vestidos de las damas de honor y han comenzado a costear el vestido de novia.
Así mismo, los futuros contrayentes están contando el paso a paso de su particular hazaña, informando, incluso, de los espacios donde han encontrado mayor presencia de plástico para reciclar: "Generalmente, cerca de carreteras rampas o salidas de edificios hay montones de basura y botellas. Nuestros amigos y familiares nos están ayudando a reciclar y existe un maravilloso grupo de donadores que regularmente me envían mensajes a través de nuestro perfil de reciclaje en Facebook". Unas ayudas que también han contado con la presencia de donaciones especiales. Así, la cantidad reunida aumentó de manera exponencial después de que, como relataba Leonie, se sumara a su causa un centro de reciclaje de Brisbane, la localidad donde viven los novios.
Aún queda mucho por hacer y, a pesar de ser conscientes del largo camino hasta lograr su propósito, la pareja no deja de resaltar la gran experiencia que este reto está suponiendo para ellos: "Estamos lejos de alcanzar el objetivo en un año, habría sido más realista tratar de llegar a las 100.000 botellas, pero está siendo muy divertido intentarlo". Un objetivo que alberga al mismo tiempo, un gran sueño para sus invitados: "Sigo pensando en lo emocionante que será fletar un avión con todos nuestros invitados en el mismo vuelo dirigiéndose hasta Vanuatu para celebrar la unión de nuestras vidas". Solo el tiempo dirá si finalmente logran su romántico y sostenible objetivo.