¿La carne blanca es igual de perjudicial para el colesterol que la roja?
Al parecer, la respuesta a esta pregunta es afirmativa, a tenor de los resultados de un reciente estudio realizado por el Children's Hospital Oakland Research Institute (CHORI) y de la Universidad de California en San Francisco.
A pesar del auge de determinados estilos de vida como el vegetarianismo o el veganismo, que excluyen de su dieta cualquier carne de procedencia animal, este alimento continúa siendo uno de los grandes protagonistas de los platos de nuestra gastronomía. Sin embargo, desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) asegurara que la carne roja es "probablemente carcinógena", el consumo de este tipo de carne ha disminuido sensiblemente en nuestro país.
La excesiva ingesta de este producto está relacionada con efectos adversos en el colesterol y enfermedades como cáncer, hipertensión, obesidad y diabetes tipo 2, mientras que las carnes blancas han conseguido mantener una 'alta estima', siendo considerada "una aliada para la alimentación saludable", según la Fundación Española del Corazón. No obstante, un reciente estudio realizado por el Children's Hospital Oakland Research Institute (CHORI) y de la Universidad de California en San Francisco desmiente esta idea y asegura que el pollo o el pavo es igual de dañina para los niveles de colesterol en la sangre que la 'impopular' carne roja.
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¿Restricciones a la carne blanca?
Los propios investigadores se sorprendieron de los resultados obtenidos tras el riguroso análisis, que determinó que un alto consumo de carne roja o aves blancas se traducía en niveles más altos de colesterol en la sangre. "Cuando planeamos este estudio, esperábamos que la carne roja tuviera un efecto más adverso sobre los niveles de colesterol en la sangre que la carne blanca, pero nos sorprendió que este no fuera el caso: sus efectos sobre el colesterol son idénticos cuando los niveles de grasa saturada son equivalentes", señala el autor principal del estudio, Ronald Krauss.
Las proteínas sin carne, como las de las legumbres, los frutos secos y los lácteos, también han formado parte del análisis para realizar una comparación completa. Según los especialistas, para reducir el riesgo de sufrir niveles de colesterol elevados, se debe recurrir a una alimentación basada en las proteínas de vegetales y reducir o eliminar el consumo de todo tipo de carne, tanto roja como blanca. "Nuestros resultados indican que los consejos actuales para restringir la carne roja y no la blanca no deben basarse únicamente en sus efectos sobre el colesterol en la sangre", afirma Krauss, quien incide en el consumo de este tipo de proteína tiene otras consecuencias adversas en la salud, más allá del colesterol. "De hecho, otros efectos del consumo de carne roja podrían contribuir a la enfermedad cardíaca, y dichos efectos deberían explorarse con más detalle en un esfuerzo por mejorar la salud".
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¿Exceso de proteínas?
La Fundación Española de la Nutrición recomienda consumir alrededor de 0,8 g/kg de proteínas, lo que representa aproximadamente el 12% de la ingesta total de energía. Esta sustancia forma una parte imprescindible en la dieta de la población en general, y no solo en la de los deportistas de élite. Según el presidente de la Fundación Española de la Nutrición, Gregorio Varela-Moreiras, la ingesta media de proteínas de la población española está muy por encima de los límites superiores recomendados. En concreto, un 30% por encima a la cantidad aconsejable. Es decir, podríamos vivir sin menos proteína y con una alimentación en la que la carne no tuviera tanta presencia.
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