Uno de los mitos más extendidos que hoy en día podemos encontrarnos en un gimnasio es aquel que dice que para adelgazar hay que sudar más. Y esto es algo que se aleja bastante de la realidad, y que incluso puede acarrearnos problemas.
No es inusual ver personas que se abrigan en verano mientras realizan la práctica deportiva, ya sea echándose un jersey por encima o, los más valientes, con un plástico que les cubre todo el cuerpo. El sudor tiene un porqué, pero no es el agente involucrado en la pérdida de peso.
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¿Qué es el sudor?
El sudor es un líquido que está compuesto en su mayoría por agua, sales y diversas toxinas. Hecho que ya nos da la clave de que no vamos a eliminar grasa por medio del sudor. Tampoco entrar en la sauna va a ser el mejor método para desintoxicarnos, ya que los órganos principales dedicados a esta labor son el hígado y los riñones.
El motivo por el cual sudamos es para regular nuestra temperatura corporal. En verano, debido a las altas temperaturas, el cuerpo activa su mecanismo natural y suda para estar más fresco. Pero no solo el calor, proveniente del sol, de ambientes calurosos o de la práctica deportiva, entre otros, nos produce sudor; este también puede aparecer al sentir miedo o excitación.
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En Occidente cada vez toleramos peor las molestias provocadas por el clima. Vivimos casi todo el año en entornos artificiales comprendidos entre los 20-25 °C: en verano echamos mano del aire acondicionado y en invierno nos ponemos la calefacción.
No obstante, tu cuerpo está preparado para hacer frente a la incomodidad del clima, y no es una mala opción someterle a dosis de frío y de calor. Por eso, desde Infinit Fitness te recomendamos que de vez en cuando saques al cuerpo de esa zona de confort en la que está inmerso, con entrenamientos en la calle en invierno, visitas a la sauna, cambios de temperatura en la ducha, etc.
Como decimos, siempre con precaución, pero has de saber que aumentar la temperatura corporal de forma temporal y moderada puede contribuir a incrementar tu rendimiento aeróbico. Si esta práctica la mantenemos en el tiempo, el cuerpo se adaptará, mejorando la capacidad para regular la temperatura y retrasando fatigas asociadas.
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Cómo aprovechar al máximo tu rutina de entrenamiento
Como conclusión, vamos a incluir una serie de precauciones a tener en cuenta:
- No hay que olvidar hidratarse, ya que al sudar se pierde mucha agua. En ocasiones, también deben ser repuestos algunos electrolitos.
- La moderación ha de ser la clave: darle algo de incomodidad al cuerpo puede beneficiarte. Si te pasas, puede ser contraproducente.
- Incluye progresiones a la hora de entrenar al aire libre en verano: no hagas sesiones largas al principio, y ve incrementando la intensidad y la duración. Lo mismo para la sauna, la primera sesión puede ser perfectamente de diez minutos.
- Si padeces alguna enfermedad, siempre consulta antes a tu médico.
Jorge Peñalba es manager del centro deportivo Infinit Fitness, entrenador personal y coach nutricional