El yoga es uno de los ejercicios del momento. Desde que comenzara a desatarse la fiebre por esta disciplina milenaria del lejano oriente han surgido un sinfín de variantes que se adaptan a las diferentes necesidades y capacidades de las personas, para poder exprimir al máximo los múltiples beneficios tanto físicos como mentales que aporta. Afortunadamente, gracias a esta renovación constante, el yoga se ha convertido en una práctica de cabecera para gran parte del público, entre los que se encuentran los mayores. Nunca es tarde para convertirse en yogui y esta puede ser una etapa de preparación y aprendizaje en la 'edad dorada'.
El insomnio, la mala circulación, los problemas digestivos, la corrección de la postura corporal y la falta de elasticidad y flexibilidad muscular son algunas de las dolencias asociadas por la edad que el yoga puede paliar en los yoguis senior. Además de beneficios físicos, también es un aliado para poner remedio a posibles problemas sociales que son están más presentes en personas mayores, como la falta de iniciativa, el sentimiento de soledad y la actitud negativa ante la vida. No obstante, y antes de comenzar a practicar esta actividad, se debe consultar a un médico que se encargue de recomendarnos cuáles son las posturas idóneas, especialmente cuando existen problemas óseos o musculares.
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Postura del árbol ('Vrksasana')
La postura del árbol es una de las asanas de equilibrio más utilizada en las sesiones de yoga. De pie, con los pies paralelos y separados a la anchura de la cadera, y los brazos situados a ambos lados del cuerpo. Desde esta posición, mantener la mirada al frente concentrados en un punto fijo, llevar la planta del pie derecho a la parte interna del muslo izquierdo, sin empujar la rodilla. Juntar las palmas de las manos, frente al pecho, y elevar los brazos lentamente hacia al cielo manteniendo las palmas juntas.
Postura fácil ('Sukhasana')
Tal y como indica el propio nombre, la postura fácil es la más sencilla. Se trata de una simple asana sentada con las piernas cruzadas utilizada para la meditación. Para realizarla, sentarse con la espalda recta y las piernas cruzadas con los bordes de los pies en el suelo, de forma que, al mirar hacia abajo, se ve el triángulo formado con las piernas. Empujar el coxis al suelo, alargar la columna vertebral llevando los hombros hacia atrás. Por último, colocar las manos sobre las rodillas.
Postura del guerrero II ('Virabhadrasana II')
La postura del guerrero II es una de las posiciones de yoga que trabaja en el fortalecimiento de las piernas y los tobillos, a la vez que aumenta la resistencia. De pie, inspirar y dar un paso largo con la pierna izquierda para separar las piernas. Girar el pie izquierdo 90 grados con los dedos mirando al frente, sin mover el derecho. A continuación, abrir los brazos y alargarlos con las palmas de la mano hacia abajo hasta formar una línea recta paralela al suelo. Girar la cabeza hacia la izquierda y, por último, flexionar la rodilla izquierda.