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Un estudio que ha reunido a científicos de la Universidad de Oxford, en Reino Unido, y la Universidad de Utrecht, en Países Bajos, ha determinado que el planeta ya ha sobrepasado la posibilidad de revertir los efectos del cambio climático, y que desde ahora el tiempo que no se utilice en paliar sus efectos, nos conducirá a un punto de no retorno del que probablemente no logremos sobrevivir como especie.
Segun uno de los investigadores, Henk Dijkstra, “Aun tenemos una oportunidad de detener esta crisis, pero hay que tomar medidas y hay que hacerlo de forma estricta”.
¿Qué hace que el cambio climático sea una crisis urgente?
Todo lo que tiene que ver con el desarrollo del ser humano lleva 100 años en crecimiento exponencial. Es decir, que en último siglo nos hemos convertido en una especie que crece cada vez más y más rápido. Esto significa que nos multiplicamos más, que utilizamos más recursos para sobrevivir y que desarrollamos modelos de industria que van acorde con ese avance, que necesitan más y más recursos, y que crecen a un ritmo veloz.
Sin embargo, la protección por el medio ambiente no crece a este ritmo. Es cierto que en los últimos años se está generando una conciencia mayor sobre lo que implica el cambio climático, y jamás hubo una idea tan extendida sobre los peligros que esta crisis medioambiental puede desencadenar en el futuro.
Pero esta conciencia ecológica es insuficiente, pues el interés por regenerar y preservar el medio ambiente no crece, ni de lejos, a la velocidad con la que el ser humano absorbe los recursos del planeta y, lo que es más importante, los gobiernos y las industrias no están poniendo en práctica las medidas necesarias para revertir el cambio climático.
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2ºC más significan el caos
Si te decimos que el calentamiento global se debe a que el planeta pudiera tener 2ºC más, de forma global, para el año 2050, puede que te parezca poco. Pero cuando se analizan los datos a nivel planetario, se descubre que estos dos grados harían que más de mil millones de personas tuvieran que abandonar sus hogares por una crisis sin precedentes.
Esta subida de la temperatura haría derretirse los casquetes polares, que a su vez provocarían la subida del nivel del mar, que acabaría con todas las zonas costeras que hoy conocemos y que haría avanzar los océanos, tragándose gran parte del planeta Tierra tal y como lo conocemos ahora.
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Además, la subida de la temperatura haría desaparecer totalmente la estación invernal, unificando la temperatura del planeta durante todo el año, haciendo primaveras y otoños más cálidos, y un verano tórrido. Esto haría desaparecer muchas especies animales, acabando con el equilibrio en la cadena alimenticia y provocando desastres ecológicos tales como la polinización y el control de plagas.
Escaseará el agua potable a nivel mundial, y los alimentos de todo tipo, tanto de origen agrario como ganadero. Sin embargo, la multiplicación del ser humano, que en solo 100 años se ha disparado, se espera que también tenga un crecimiento exponencial en los próximos 50 años. Hoy ya es un reto alimentar a todos los seres humanos con los recursos existentes en el planeta, pero en 20 años, si crecemos el ritmo que lo hacemos será técnicamente imposible, y si a eso le sumamos una crisis alimentaria tan atroz como la descrita por el estudio, las consecuencias humanitarias serán casi imposibles de gestionar.
Por eso, hoy más que nunca, necesitamos aportar nuestro grano de arena, reduciendo el consumo de plástico, no desperdiciando recursos naturales como el agua, y reciclando todo lo que esté en nuestra mano. Porque estos pequeños gestos pueden ser la clave del futuro del planeta.
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