El verano ya está aquí y con él un irremediable calor al que hay que hacer frente para sobrellevar lo mejor posible esta época del año. En días de playa y vacaciones siempre es más sencillo, pues las escapadas a zonas más frescas, la playa y la piscina son grandes refugios donde calmar la sensación térmica. El verdadero problema reside en las áreas más calurosas y grandes ciudades, donde no hay más remedio que recurrir los aparatos de refrigeración para soportar las altas temperaturas. Unos aparatos que, por otro lado, no están haciendo ningún bien al planeta.
La demanda de aires acondicionados sigue creciendo cada año y son más y más los hogares que optan por instalar este tipo de sistemas, incluso con más de un aparato por domicilio. Se trata de soluciones que tienen un altísimo gasto energético, cuya consecuencia es que se emiten más componentes contaminantes y nocivos a la atmósfera. Es un verdadero círculo vicioso pues a más aparatos más consumo y más cantidad de CO2 vertida, por tanto, más cambio climático que provoca subida de temperaturas y sigue aumentando la necesidad de refrigeración.
Aires acondicionados capaces de atrapar contaminantes
La tendencia es diseñar aparatos más limpios, que usen gases refrigerantes más ecológicos, así como avanzar en el uso de energías renovables como combustible para su funcionamiento, lo que minimiza el perjuicio ocasionado a causa de su alto consumo eléctrico. Es el caso de la aerotermia, un sistema que calienta y refrigera el hogar haciendo uso de un 25% de energía y un 75% del aire exterior.
Un paso más allá son los avances que han presentado recientemente científicos de Canadá y Alemania, que hablan de un método por el cual el propio aparato se encarga de atrapar las moléculas de dióxido de carbono y limpiar el aire. Concretamente, se trata de implementar un paso en el ya tradicional sistema; al recoger el aire del exterior, la propia máquina filtraría las particular nocivas antes de devolverlo de nuevo. Volvería caliente, cierto, pero limpio. Una medida que sería especialmente efectiva en grandes instalaciones de edificios.
De momento, ¿qué podemos hacer?
Mientras se avanza con la vista puesta en hacer del sistema de refrigeración por aire acondicionado algo más sostenible, todos podemos poner nuestro granito de arena a la causa con gestos como estos:
- Opta por un sistema eficiente, con etiqueta energética A (que indica que tiene el menor consumo). Un equipo eficiente puede llegar a gastar un 60% menos de electricidad que uno de alto consumo de iguales características y prestaciones
- Coloca el aparato en un lugar adecuado, alejado del sol y en una zona donde permita una adecuada circulación del aire
- No bajes la temperatura más de lo recomendable. Una diferencia de más de 12°C entre la temperatura exterior e interior no es saludable y por cada grado que se baja consume un 8% más
- Mantén la casa alejada del calor bajando persianas y toldos, cerrando ventanas y puertas
- Ventila en las horas más frescas y haz uso de ventiladores, que tienen un gasto mucho menor, en momentos en los que el calor no sea sofocante