Incertidumbre emocional, un estado que se puede sobrellevar con dos conocidas herramientas
Encontrar la salida a una situación adversa requiere de unos recursos internos más sencillos de lo que a priori podemos imaginar
Según la Real Academia de la Lengua Española, la incertidumbre se define como la falta de certeza en cualquier cuestión. En términos emocionales, la incertidumbre requiere una explicación algo más compleja ya que se destaca la falta de confianza, de seguridad o certeza sobre algo generando una determinada inquietud o incluso temor. Esa sensación, que aparece generalmente por la falta de control, desemboca en reacciones como la ansiedad o la angustia. Un estado de ánimo que puede mitigarse siguiendo unos sencillos pasos y contando, si es necesario, con la ayuda profesional correspondiente. Alba Calçada, psicóloga especialista en psicología clínica y psicoterapeuta en el Centro Psicoemocionat de Barcelona define los principales hechos que derivan en este incómodo estado de ánimo.
Según la experta, la incertidumbre "viene aparejada con la necesidad del ser humano de saber qué es lo que va a ocurrir para poder adelantarse y encontrar respuestas". Esta realidad, unida a la tendencia que poseemos de ejercer el control en los diferentes aspectos de la vida, da lugar a una serie de pensamientos limitantes generados por nuestra propia mente.
Cuando la incertidumbre se hace dueña de nuestro día a día, es conveniente poner remedio de inmediato a las consecuencias que puede tener sobre nuestra emocionalidad.
- El primer paso para ello es identificar el problema ya que nunca podremos ponerle solución si no se conoce su origen.
- La aceptación es otro de los puntos importantes ya que, además de saber verlo, es conveniente aceptar lo que puede estar sucediendo.
- Tras este importante paso, existen dos herramientas de trabajo personal que pueden proporcionarnos la ayuda necesaria para suavizar la angustia que genera la sensación de incertidumbre: el mindfulness, para situar nuestra mente y nuestro cuerpo en un momento presente y el coaching, que nos ayudará a marcarnos objetivos reales de cara al futuro.
Vivir el presente es una de las premisas que tiran por tierra cualquier sentimiento de inseguridad. De este modo, el mindfulness sirve para entrenar al sujeto para adoptar una actitud de mayor apertura y aceptación, evitando así el juicio y la posterior resistencia en pro de una mejor gestión de los cambios en el entorno. La flexibilidad y resiliencia ante un posible cambio suaviza la sensación de incertidumbre.
De cara a un incierto futuro, realizar un trabajo de coaching puede reportar efectos muy positivos para la persona que se encuentra en pleno proceso de cambio. Como su propia definición lo indica, se trata de un método para ayudarnos a conseguir el máximo desarrollo personal o profesional marcándonos un objetivo real a corto y medio plazo. Una manera efectiva de vencer miedos y realizar un perfecto regate a la incertidumbre y la inseguridad, gracias a la capacidad de centrarnos en nuestros objetivos.