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El cambio climático es una realidad que amenaza con destruir la vida en la Tierra tal y como la entendemos hasta la fecha. Las emisiones masivas de gases de efecto invernadero han provocado un aumento en la temperatura global, lo que a su vez es responsable del deshielo de las masas glaciares y, por consiguiente, del aumento del nivel del mar, generando un importante impacto tanto económico como social. Un grave problema al que nos enfrentamos en la sociedad actual y que, en los últimos tiempos, se ha convertido en una de las mayores preocupaciones para gran parte de la población y contra el que Filipinas estudia una revolucionaria propuesta.
La cámara baja del país asiático ha aprobado un proyecto de ley mediante la cual cualquier estudiante que quiera graduarse deberá plantar 10 árboles para obtener su título, ya sea escolar o universitario. Sin duda, una peculiar medida pare luchar contra la deforestación local provocada por la tala masiva de árboles y que todavía se encuentra a la espera de ser aprobada por el Senado y firmada por el presidente para que se convierta en ley.
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Repoblar los bosques para luchar contra el cambio climático
Según esta iniciativa, promovida por el miembro del partido miembro del Partido Magdalo Gary Alejano, se estima que con más de 12 millones de estudiantes que se gradúan anualmente en la escuela primaria, casi 5 millones en secundaria y casi 500.000 universitarios, esta iniciativa, asegurará que al menos 175 millones de árboles nuevos serían plantados cada año. Así, bajo esta propuesta, en el transcurso de una generación, se podrían plantar cerca de 525.000 millones de árboles con una tasa de supervivencia del 10%, lo que significaría que 525 millones de árboles adicionales estarían disponibles para cuando estos jóvenes asuman el liderazgo en el futuro. Pero, ante dodo, uno de los principales objetivos del programa es que ayudará a promover la conciencia ambiental entre los jóvenes.
Unos datos muy alentadores que pretenden arrojar algo de luz ante un panorama tan desalentador como el que plantea la progresiva deforestación de los bosques en filipinas, uno de los países más afectados del mundo. Un problema con graves consecuencias como la perdida de la diversidad, degradación del hábitat y alteraciones en el clima global. Según datos del diario The Independent, las zonas forestales de la región han experimentado una drástica reducción del 70% al 20% a lo largo del último siglo, lo que podría aumentar las probabilidades de que se produzcan inundaciones y deslizamientos de tierra.
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Sin embargo, no serán los propios estudiantes quienes decidan los lugares donde se plantarán los árboles, ya que estos solo serán colocados si son la especie idónea según la ubicación, clima y topografía en terrenos forestales y áreas protegidas, así como áreas urbanas y minas abandonadas.
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