Todos, en mayor o menor medida, hemos tenido miedo a que nuestra pareja nos sea infiel. No es fácil lidiar con esta emoción. Además, cuando este recelo no está justificado, puede acabar con una relación. ¿Por qué tenemos miedo a que nos engañen? ¿Es normal sentirlo? Y, sobre todo, ¿podemos superarlo si nos está haciendo daño? Sí, podemos y debemos. Pero, en algunos casos, será importante la ayuda de un profesional, puesto que puede tener que ver con una huella emocional que arrastremos desde pequeños.
- Relacionado: Cómo arruinar tu relación de pareja sin darte cuenta
Causas del miedo a la infidelidad
Cada persona es un mundo y tiene una genética que marca su carácter. Además, desde su infancia, lleva sobre sí una mochila llena de experiencias, unas buenas y otras malas, que influyen también en nuestro desarrollo y en cómo nos relacionamos con los demás. Todo ello puede despertar el fantasma de que nuestra pareja nos está siendo infiel.
“Las causas de este miedo son múltiples: desde tener sospechas fundamentadas de que nuestra pareja nos está engañando, haber sufrido esta experiencia en el pasado o, incluso, haberlo visto en alguna persona cercana”, explica el psicólogo Jesús Matos, director del centro ‘En equilibrio mental’, en Madrid.
En cualquier caso, sea cuál sea la causa, “la infidelidad se percibe como una situación muy dolorosa, por lo que es normal que sintamos miedo ante la posibilidad de que nos ocurra”, añade. Si hemos vivido una situación similar y se ha producido una ruptura por un engaño, el miedo será mayor. “Los duelos en las rupturas de pareja son especialmente dolorosos si hay una infidelidad de por medio. Aprendemos de esa huella emocional que sentimos cuando nos engañan. Aunque no tenemos por qué haberlo vivido en nuestras carnes, ya que podemos aprender simplemente habiendo visto a personas pasándolo mal durante una ruptura de este tipo”. En estos casos, y si el miedo se convierte en algo irracional, es aconsejable que pidamos el asesoramiento de un terapeuta, que nos ayudará a gestionar las emociones.
- Relacionado: Cómo tomar decisiones y saber que es lo correcto
¿Qué relación tiene con la inseguridad?
Ser inseguros o tener baja autoestima puede mediar en la intensidad, la frecuencia y la duración de esta emoción que, tal como la califica Jesús Matos, es ‘condicionada’. “Si somos más inseguros seguramente tendremos más tendencia a pensar que nos pueden engañar. Pero el miedo al engaño no tiene por qué tener como causa la inseguridad. Pero, como decía, puede ser producto de muchos factores”, indica este experto.
Lo que está claro es que tener la sospecha permanente de que nuestra pareja nos va a traicionar puede dañar mucho a la pareja. Incluso llegar a romperla. Nos cargamos "lo más importante en la pareja: la confianza. Además, el problema es que no se puede demostrar algo que no existe, por lo que si nuestra pareja nunca nos ha sido infiel, pero seguimos teniendo miedo a que lo sea, jamás podrá convencernos con ningún acto de lo contrario”, advierte Matos. En este caso, se trataría de un problema de gestión de emociones que debería tratarse en la consulta de un psicólogo o de un terapeuta de pareja.
Por otro lado, aclara el psicólogo, el miedo es una emoción y es algo subjetivo. No por tener miedo a que nos engañen significa que la pareja vaya mal. Sin embargo, los síntomas de que algo no va bien sí pueden ser objetivos. “La clave, como casi todo en la pareja, es comunicarse de manera fluida y confiar en la otra persona. De lo contrario seguramente tendremos problemas”, aconseja.
- Relacionado: Ruptura de pareja: Consejos psicológicos para reponerse
VER GALERÍA
¿Cómo superar el miedo al engaño?
Todo dependerá de si el miedo es fundamentado o no. Si es algo subjetivo tendremos que aprender a gestionarlo. Para ello, el mindfulness, cambiar pensamientos negativos por otros adaptativos, programar actividades agradables o comunicarnos de manera asertiva nos ayudará en este camino.
La confianza es otro de los aspectos que tenemos trabajar para superar el miedo al engaño. A pesar de que esta se gesta desde la infancia, ya que se ha visto que los castigos injustificados o desmesurados, la ausencia de muestras de cariño, apoyo incondicional y desinteresado de los padres, puede generar adultos inseguros y recelosos, se puede aumentar la confianza en los demás y en uno mismo. Cuanto más nos conozcamos y sepamos cuáles son nuestras posibilidades y nuestras limitaciones, así como más valoremos lo que tenemos y lo que no, mejor nos enfrentaremos a la incertidumbre que conlleva vivir.
Por otro último, “si el miedo es fundamentado, nos tocará hablar con nuestra pareja y establecer límites”, concluye Jesús Matos.
- Relacionado: Así puedes controlar los celos