¿Qué hacer en caso de atragantamiento, cortes u otros accidentes domésticos?
Son situaciones, generalmente leves, que pueden beneficiarse de unos primeros auxilios. Pero hay que saber cómo actuar correctamente.
Dr. Eduardo Junco
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Atragantamiento, desmayo, corte en el dedo, sangrado nasal, etc., son situaciones o problemas de salud momentáneos que, normalmente, no son graves y, afortunadamente, no ocurren a diario. Pero si tenemos que ayudar a alguien ¿sabemos qué hacer? A continuación, os explicamos cómo hay que actuar correctamente para no poner en riesgo la salud del accidentado ni la nuestra, si somos los pacientes.
¿Hay que tumbar a la persona si se desmaya?
Sí. Así como aflojar las ropas apretadas alrededor del cuello y levantar las piernas por encima del nivel del corazón y de la cabeza durante diez minutos, ya que es una medida que mejora y recupera los síntomas del síncope.
El síncope o desmayo es una situación relativamente frecuente que consiste en una breve pérdida de conocimiento, falta de tono muscular con hipotensión, frío y sudoración que dura menos de uno o dos minutos y que está provocado por una momentánea disminución del flujo sanguíneo al cerebro.
Las causas del síncope idiopático (que no se produce debido a una enfermedad) pueden ser múltiples. Su incidencia suele ser familiar y hereditaria. Se presenta más en mujeres y es más frecuente en la adolescencia. La hipotensión arterial, un esfuerzo físico, un disgusto, el estrés, el miedo, el dolor intenso, el ayuno, la bajada del nivel de glucosa en sangre, la acción de algunos medicamentos, los cambios bruscos de postura y sobre todo, las crisis vagales (se produce una disminución de la frecuencia cardiaca y una vasodilatación) pueden dar lugar a esta situación.
Existen patologías más graves como las alteraciones cardiacas o neurológicas que precisan de estudio y tratamientos médicos, que también pueden dar lugar a la aparición de síncopes.
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¿Dar un un susto quita el hipo?
El hipo es un movimiento torácico súbito y reflejo, acompañado de sonido, producido como consecuencia de las contracciones rítmicas y espasmódicas del diafragma y de los músculos accesorios de la inspiración, que finaliza con el cierre de la vía aérea a nivel de la glotis
Es un síntoma frecuente que se presenta en individuos sanos y que no tiene repercusiones para la salud. Es más frecuente en lactantes y en ancianos. Cuando es intenso, persistente y duradero puede crear importantes trastornos y debe ser diagnosticado y tratado por un médico.
El origen y las causa del hipo agudo están siempre en el estimulo del nervio frénico que inerva el esófago y el diafragma y que estimula la contracción súbita del musculo. El llenado gástrico, los gases, las bebidas gaseosas, los alimentos estimulantes y picantes, muy fríos o muy calientes o cualquier otro estimulante que afecte la zona, suelen ser situaciones generadoras de hipo.
Las creencias populares y los medios para intentar interrumpir el hipo son múltiples. Toser, estornudar, respirar dentro de una bolsa de papel, estar en apnea (sin respiración) el máximo tiempo posible, realizar una maniobra respiratoria de Valsalva (expulsar aire con la nariz y la boca tapadas), beber agua fría, estimular la úvula palatina son algunos ejemplos de los medios utilizados. Dar un susto entra dentro de estos que, no ser que su intensidad altere el ritmo respiratorio, es poco probable que se obtengan resultados.
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¿Qué hacer cuando alguien se atraganta?
El atragantamiento es un accidente agudo de obstrucción de la vía respiratoria alta producido, generalmente, por un fallo en la deglución de alimentos, o por la introducción de un cuerpo extraño en la vía respiratoria. Se presenta con más frecuencia en niños y ancianos, aunque puede aparecer a cualquier edad, sobre todo, si se habla a la vez que se come o el alimento esta deficientemente masticado.
Los síntomas son la crisis de tos intensa y la sensación de asfixia y marcada dificultad respiratoria. Si el paciente puede toser hay que estimular la tos y si es necesario ayudarle con golpes enérgicos en la espalda para potenciar la expulsión de aire. Si la persona que padece el atragantamiento no puede toser y tampoco puede respirar da lugar a una situación de urgencia médica grave que precisa de la realización de la maniobra de Heimlich y hasta de una traqueotomía.
¿Cómo hacer la maniobra de Heimlich?
Poniéndose por detrás del paciente, se le abraza con ambos brazos colocando el puño de una mano entre el ombligo y el esternón y cubriendo con la otra mano se comprime con fuerza hacia dentro y hacia arriba para empujar el aire y desatascar la vía aérea.
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Si me corto un dedo, es bueno ponerlo bajo el chorro de agua fría?
El lavado con agua fría corriente, o con agua y jabón de una herida sangrante es siempre beneficioso, ya que la limpia de forma inmediata y previene su infección. Además, el agua fría ejerce un efecto de vasoconstricción que hace disminuir el sangrado y favorece la rápida coagulación.
¿Hay que echar la cabeza hacia delante o hacia atrás si me sangra la nariz?
La hemorragia nasal o epistaxis es un accidente muy frecuente. Se presenta sobre todo en las edades extremas de la vida, en niños, adolescentes y ancianos. Las causas por las que se produce pueden ser de origen local o de origen general. Entre las primeras, los traumatismos, la sequedad de las mucosas, las infecciones locales o los cuerpos extraños. Entre las segundas, la hipertension arterial, la arteriosclerosis y las enfermedades de la sangre con alteración en la coagulación.
En la región anterior de las fosas nasales existe una zona muy vascularizada conocida vulgarmente como la 'pituitaria roja' (plexo de Kiesselbach) encargada de calentar el aire que respiramos y es allí donde, con mayor frecuencia (casi en un 90%), se producen las hemorragias nasales.
La presión hidrostatica de la sangre dentro de los vasos sanguíneos puede aumentar o diminuir la hemorragia dependiendo de la posición de la zona de sangrado. En la epistaxis la presión hidrostatica aumenta si tenemos la cabeza inclinada hacia abajo y, por lo tanto, favoreceremos la duración de la hemorragia. Disminuye si tenemos la cabeza hacia atrás y hacia arriba, pero no sabremos cuanto dura la hemorragia ni su volumen y ademas el paciente se tragara la sangre y favoreceremos el vomito posterior.
En resumen, el tratamiento correcto de la epistaxis de duración prolongada (superior a 15-20 minutos) debe ser realizado por un especialista en medicina de urgencias o por un otorrinolaringologo con un taponamiento anterior y/o posterior. Las epistaxis leves de corta duración y sin patologías subyacentes se suelen controlar con el pinzamiento manual de las ventanas nasales, taponamientos caseros y posición de la cabeza natural y erguida.