'Cuantas más abdominales mejor', y otros bulos de gimnasio

Seguro que alguno de ellos te suena, y es muy probable que hayas caído en ellos en más de una ocasión. Pero nunca es tarde para desenmascararlos y apartarlos de nuestros entrenamientos.

Por Cristina Soria

Hacer deporte es necesario para cuidar de nuestra salud y bienestar, y cuando empezamos a practicarlo es posible que escuchemos algunos consejos para optimizar nuestro esfuerzo que son menos ciertos de lo que parece.

Si te estás iniciando en el deporte, es importante que cuentes con la supervisión de un provisional que te aparte de los bulos de gimnasio, que más que beneficiarte, lo que harán será perjudicar tu entrenamiento. Estos que te desmentimos a continuación, son algunos de los más extendidos.

Como he ido al gimnasio puedo comer lo que quiera

Este es uno de los principales errores que se cometen en relación con la actividad física. Ni hacer ejercicio te da carta blanca para comer cualquier cosa y en exceso de cantidad, ni puedes darte atracones pensando que luego vas a quemarlo todo en el gimnasio.

Para tener una buena salud es tan importante seguir una alimentación saludable como practicar ejercicio con regularidad. Si hacemos mucho deporte, pero descuidamos nuestra alimentación, no lograremos conseguir nuestros objetivos de salud, y seguramente tampoco de peso, porque mantener la línea también requiere de un control sobre lo que ingerimos.

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Si quiero tener un vientre plano, he de hacer muchas abdominales

Hacer abdominales con regularidad cumple una función muy importante, que es ayudar a fortalecer toda las musculatura de esa zona y ayudarnos a que se defina, una de las principales razones por las que se hacen este tipo de ejercicios. Pero acabar con la grasa que cubre los músculos abdominales se consigue mediante una alimentación equilibrada y la realización del ejercicio físico adecuado.

No se trata de no comer, sino de comer bien, y de incluir ejercicio aeróbico (nadar, running, bicicleta elíptica…) que nos ayude a eliminar el exceso de grasa subcutánea que nos impide lucir nuestros abdominales.

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Si sudo mucho, pierdo más peso

La cantidad de sudor que producimos haciendo deporte no guarda ninguna relación con el gasto calórico que realizamos gracias al ejercicio. Y es este gasto de calorías, precisamente, el que nos ayuda a perder peso. El sudor está compuesto, principalmente por líquidos y sales minerales, que son lo que perdemos a travé de él. 

Sudar cuando hacemos ejercicio nos ayuda a termorregular nuestro organismo, es decir, a evitar que alcancemos una temperatura corporal excesiva cuando realizamos un esfuerzo físico. De esta manera, el sudor se encarga de evitarnos problemas de salud, pero no de que perdamos peso. Por esta razón, si hemos sudado de manera visible durante la actividad física, es importante que nos hidratemos bien al terminar.

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Hay que estirar antes de hacer ejercicio

Hasta hace no mucho, así se procedía de forma extendida antes de practicar un deporte, estirando antes y después. Recientemente se ha comprobado que los estiramientos estáticos clásicos son contraproducentes antes de entrenar, ya que debilitan los músculos y facilitan el riesgo de padecer posibles lesiones.

Para evitar esto, es preferible hacer un estiramiento breve y dinámico, que ponga en movimiento nuestra musculatura durante unos segundos (no más de 10), y reservemos los estiramientos largos hasta haber finalizado el ejercicio. Muévete para poner en marcha el torrente sanguíneo, activa el core y haz que tus articulaciones entren en calor.

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