Conócete descubriendo los 5 rasgos más importantes de tu personalidad
Aunque no seas consciente, la psicología determina que hay cinco rasgos de tu personalidad que intervienen en tu carácter y modelan tu estado de ánimo y tu éxito.
Cuando desde la psicología se realizan estudios sobre la personalidad, se recurre a un modelo que recoge los grandes cinco rasgos de la conducta que reflejan escalas suficientes para analizar cómo es una personalidad. Y esta se analiza en función estas pautas que en inglés se definen como modelo OCEAN, pues a cada uno se le asigna una letra: apertura a las experiencias (O, de openness), responsabilidad (C, de conscientiousness), extraversión (E de extraversión), amabilidad (A de agreeableness) y estabilidad emocional (N de neuroticism).
Estas pautas tienen a su vez subsecciones que han ido añadiéndose por otros estudios de la personalidad paralelos que se han desarrollado desde unas décadas atrás, pues este modelo OCEAN, o llamado también “el de los cinco grandes rasgos”, se publicó por primera vez en American Psycologist en 1993 por Lewis R. Goldberg.
Apertura a la experiencia
Quienes están abiertos a lo nuevo, son personas más libres y capaces de extraer lo bueno que la experiencia les da. Por eso, el primero de los rasgos que tiene en cuenta este modelo de análisis de la personalidad tiene que ver con la apertura hacia lo nuevo, a descubrir nuevos lugares, formas de hacer las cosas, conocimientos y puntos de vista.
Al mantener un alto de nivel de apertura a la experiencia nos convertimos en personas creativas con recursos sociales y con una buena gestión de nuestras emociones. No porque en sí mismo quienes se abren a las experiencias sean más extrovertidos o estables, sino que esta pieza, la de mantener una mente abierta, encaja muy bien con estos dos rasgos, y cuando se dan al unísono se consiguen muchas ventajas que, en definitiva, son un indicador de felicidad y coherencia.
Responsabilidad
Esta cualidad define el grado en el que te centras en tus objetivos. Es un rasgo muy importante a la hora de desarrollar actitudes relacionadas con la disciplina y la constancia. Bajo este rasgo se estudia el nivel de organización: si eres una persona perseverante también debes obrar con orden, teniendo claras las prioridades y sabiendo tomar decisiones que en ocasiones no son las más fáciles.
El nivel de perseverancia es el que define este rasgo de responsabilidad, y es un indicador que refleja si te mueves por convicciones profundas o reacciona con impulsividad. Cuanto más centrada seas y más atención pongas a tus objetivos, más nivel de responsabilidad mantendrás dentro de este análisis de rasgos de personalidad.
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Extraversión
El ser humano es un animal puramente social. Todo lo que conseguimos de forma individual y como especie tiene que ver con los grados de empatía y comunicación que logramos mantener con las personas que nos rodean. Por esta razón, la extroversión es un rasgo importante que define cuál es tu relación con los demás, y hasta qué punto mantienes tu personalidad abierta a conocer a nuevas personas y a relacionarte con ellos.
A mayor nivel de extroversión, más recursos para gestionar los problemas, autoestima y dotes para el liderazgo. Al contrario, quienes no poseen un nivel suficiente de extraversión, se sitúan en el rasgo contrario, en la introversión, que les convierte en perfiles reservados y con una personalidad que en ocasiones es entendida por los demás como áspera o antipática.
Ambos extremos pueden conseguir la felicidad, pese a que la extroversión se haga popular y la introversión sea generalmente apreciada como un rasgo negativo. Quienes tienen una personalidad introvertida buscan una mayor reflexión y tienden a ser más mesurados en sus demostraciones, pero no por ello son menos apasionados y dejan de mantener relaciones sociales muy saludables, aunque en círculos más reducidos.
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Amabilidad
Este rasgo de la personalidad no solo interviene en las buenas formas del individuo a la hora de comportarse en sociedad, sino que también refleja hasta que punto es confiado y permite la confianza de los demás. Una persona amable es cálida, da confianza y es alguien a quien recurrir ante cualquier situación y que, probablemente, encontrará auxilio rápidamente si necesita ayuda.
Quienes adquieren un alto nivel de amabilidad en los análisis de personalidad de estos rasgos, son personas honestas, preocupadas por todo lo que pueda ocurrirle a otras personas y deseosa de ayudar.
Estabilidad emocional
Todos los problemas o las decisiones comunes de la vida suelen necesitar cierto grado de estabilidad emocional para ser solucionados. Esta es una cuestión muy importante, pues cuanto más nivel de estabilidad, más sensación de control ejerceremos, más fácil es tomar decisiones y más coherencia podremos demostrar en las opciones que tomamos.
Quienes mantienen mayor estabilidad emocional son capaces de mantener mejor humor ante las adversidades, no se enfadan con facilidad y son capaces de transmitir cierta seguridad y sensación de control a las personas que les rodean, fomentando buenos trabajos en equipo y haciendo más fácil todas las situaciones que comúnmente producen estrés.
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