Así responderá tu cuerpo cuando dejes de fumar
A las 24 horas tu organismo notará los beneficios. En el Día Mundial sin Tabaco, que se celebra hoy 31 de mayo, te contamos cuáles son las consecuencias positivas e inmediatas que notará tu cuerpo si dices adiós al tabaco
No es un eslogan. Fumar mata. Por eso, te habrás planteado en algún momento dejar de fumar. Y te vamos a dar más razones para que digas basta, sobre todo, qué beneficios notarás. Pero antes, veamos a qué enfermedades te expones si sigues fumando.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recuerda que perjudica la salud pulmonar de diversas formas, ya que causa cáncer de pulmón, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o puede empeorar la tuberculosis. También aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, de cáncer de vejiga y se sospecha que el de otros, como el de mama.
Las sustancias nocivas del tabaco, además, no afectan solo a quién fuma. Según advierte la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), el tabaco daña tanto la salud pulmonar de los fumadores activos como la de los pasivos debido a la contaminación del aire causada por las partículas nocivas del humo de tabaco. Los niños expuestos al tabaco ajeno pueden sufrir o empeorar de asma, neumonía, bronquiolitis e infecciones respiratorias de las vías bajas.
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¿Cuáles son los beneficios de dejar de fumar?
La buena noticia es que cuando abandonamos el hábito tabáquico, nuestro organismo lo empieza a mejorar casi de inmediato. Según la directora médica de iSalud.com, Judit Calpe, “la tensión arterial baja a valores normales y la frecuencia cardíaca se normaliza, por tanto, la probabilidad de sufrir un infarto disminuye. A los cinco días, la nicotina ya se ha eliminado del organismo y los sentidos del gusto y el olfato se van recuperando gradualmente”.
A los tres meses, mejora la circulación sanguínea y aumenta la función pulmonar del exfumador y a los nueve meses disminuye la tos y la dificultad para respirar. Un año después de dejar de fumar, el riesgo de sufrir un infarto es un 50% inferior al de un fumador.
“A largo plazo, los beneficios también son muchos. Se reduce el riesgo de sufrir un ataque cerebral y de cáncer. Por ejemplo, tras una década sin fumar baja el riesgo de padecer una patología neoplásica de pulmón a la mitad y a los 15 años, el riesgo de padecer una enfermedad del corazón es el mismo que la de las personas que no fuman”, señala la especialista en medicina general.
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¿Cómo abandonar el tabaco?
Según los expertos, para dejar de fumar y lograr el objetivo, lo principal es estar completamente convencido y, si se considera necesario, ponerse en manos de especialistas. Y es que se tiene que considerar el hábito tabáquico como lo que es: una adicción. Según Judit Calpe, “no es cierto que abandonar el tabaco sea cuestión de voluntad. El tabaquismo es una adicción y, por tanto, puede ser necesario realizar algún tipo de terapia que ayude a la persona a abandonar el hábito”.
En este sentido, no existe un método ideal para dejar de fumar. Algunas personas lo hacen de golpe y otras necesitan un periodo de adaptación. En cualquier caso, existen ‘ayudas’ para que decir basta sea más fácil.
- Terapia sustitutiva: con ella se sustituye la dosis de nicotina que aporta el cigarrillo con otros métodos como chicles parches.
- Terapia farmacológica: consiste en la toma de fármacos que minimizan la ansiedad que se produce al dejar de fumar. Los más conocidos son el bupropión y la varenicliia, que deben ser recetados por un médico.
- Apps para dejar de fumar: 'Stop tabaco', 'QuitNow!', 'Smoking time machine', 'Dejar de fumar poco a poco', 'Kwit' o 'Respirapp' son algunas de ellas.
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¿Cómo evitar volver a fumar?
El mayor miedo de los exfumadores es recaer en el consumo de tabaco, después de haber realizado el esfuerzo de dejar de fumar. En este sentido, hay que recordar que pasado un año el riesgo caer hasta un 1%, pero no hay que confiarse y, sobre todo, convencerse de que la frase ‘por uno no pasa nada’ no es válida cuando se es exfumador, puesto que es la manera más rápida de volver a fumar. Así, para evitar la tentación de encender de nuevo un cigarrillo, se pueden seguir los siguientes consejos:
1. Ten siempre en mente por qué has decidido dejar de fumar. Para ello, haz una lista de todo lo positivo relacionado con el abandono del hábito tabáquico. Por ejemplo:
- Mejor salud
- Ahorro económico
- La ropa ya no huele
2. Dedica tiempo al ejercicio. Cuando dejas de fumar, tu organismo es capaz de respirar mejor y de hacer más deporte sin cansarte. Aprovecha para realizar una actividad física con regularidad. Asimismo, puedes utilizar el dinero que estás ahorrando para aprender algo nuevo.
3. Pide ayuda. Si sientes que vas a recaer porque estás atravesando una época de mayor estrés, ponte en manos de un especialista. Puedes comentárselo a tu médico de cabecera para que, si lo estima conveniente, valore la conveniencia de ponerte un tratamiento.
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