Cómo la economía circular puede ayudarte a ser más sostenible y responsable

Optimizar los materiales y residuos favoreciendo su reutilización es clave para la protección del medio ambiente

Por Gtresonline

Es probable que en los últimos tiempos hayas oído hablar de la economía circular sin saber a ciencia cierta de qué se trata exactamente. En un mundo cada vez más preocupado por la protección del medio ambiente y la sostenibilidad, este concepto se refiere a la producción de bienes y servicios al tiempo que reduce el consumo y el desperdicio de materias primas, agua y fuentes de energía. Es decir, 'cerrar el ciclo de vida' de los productos con el fin de reducir el coste ambiental que conlleva su fabricación y posterior deshecho. De este modo, propone un cambio del sistema lineal actual basado en ‘usar y tirar’, planteando un nuevo modelo de sociedad que utilice y optimice los materiales y residuos, dándoles una segunda vida y favoreciendo con ello su reutilización.

Desde su origen, el producto debe ser concebido para ser reciclado al finalizar su ciclo de vida útil con el fin de convertir los residuos en nuevas materias primas. Algo que, además, podría generar nuevos puestos de trabajo. Así, cuando se diseña un coche, una lavadora o cualquier otro bien de consumo, no solo se debe pensar en su utilidad o en que sea ecológica, sino también debe quedar claro qué ocurrirá con cada uno de sus componentes cuando ya no sirva.

Cada vez son más las empresas que han optado por adoptar este modelo de economía circular basado en los principios de reducir, reutilizar y reciclar. Un buen ejemplo de ello lo encontramos en la moda sostenible, un sector al alza con cada vez más firmas emergentes que confeccionan sus diseños a partir de materiales 100% veganos o reciclados procedentes de vidrio y del plástico recogido en playas y océanos.

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Aunar esfuerzos contra el desperdicio de comida

Otro caso en el que la economía circular resulta el modelo más viable es en la industria de la alimentación. El despilfarro de comida perfectamente válida procedente de restaurantes, comercios y, por supuesto, nuestros propios hogares es uno de los grandes males de la sociedad de consumo. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO), aproximadamente un 30% de los alimentos producidos para el consumo humano en todo el mundo se pierde o desperdicia cada año, lo que equivale a 1.300 millones de toneladas de comida. Un dato que en España se sitúa en torno a las 63.000 toneladas de alimentos tiradas a la basura procedentes de la hostelería.

Algo contra lo que cada vez se están tomando cada vez más medidas a través de aplicaciones para salvar comida y ahorrar dinero o de proyectos tan inspiradores como el que está llevando a cabo la cadena de supermercados de productos al por mayor Makro. Su campaña 'Perfectamente imperfectas' pretende acabar con el desperdicio de comida en buenas condiciones fomentando el consumo de frutas y verduras con apariencia menos atractiva, pero que mantienen todas sus propiedades, sabor y calidad. De este modo, ofrece a los hosteleros un surtido compuesto por naranjas, limones, aguacates, berenjenas, calabacines y pimientos con un descuento en su precio de hasta el 50%.