El grado de relación que podemos llegar a establecer con nuestras mascotas es, en ocasiones, difícil de explicar. Se generan vínculos emocionales tan fuertes que la pérdida puede llegar a ser tan dura como la de cualquier otro miembro de la familia, pues la has visto crecer a tu lado y la has cuidado como uno más. Esa conexión, que tan intensamente viven los dueños, también la sienten los animales, algo que se traduce en sorprendentes historias como la de Priánik.
Se trata de un gato que vive en San Petersburgo junto a su dueña Anna, quien en estos momentos no puede estar más agradecida de su compañía e instinto. ¿El motivo? Le ha salvado la vida. Anna tiene 40 años, está embarazada y padece diabetes desde los 22, una enfermedad que requiere de un control constante pues al no metabolizar adecuadamente el azúcar esto provoca que no se tengan unos adecuados niveles de glucosa en la sangre. Como consecuencia, puede sufrir bruscas subidas o bajadas de azúcar que, si no se atienden a tiempo, pueden llevar a un coma diabético.
Esto fue precisamente lo que le pasó a esta mujer rusa. Se encontraba durmiendo y su gato, que se dio cuenta de que algo no iba bien, se acercó a su dueña y comenzó a arañarla y morderla con el fin de despertarla. Ella, en un primer momento, se despertó levemente y le apartó porque no era consciente de la situación, tal y como ha relatado al diario ruso Komsomólskaya Pravda. Fue entonces cuando Priánik, que afortunadamente no cesó en su empeño, empezó a maullar más y a morderla más fuerte.
Finalmente Anna se despertó y se dio cuenta de que no se encontraba bien, por lo que se hizo un control para ver cómo estaban sus niveles de azúcar en sangre. Estaba sufriendo un ataque de hipoglucemia que la hubiera conducido a un coma de no haberse despertado y atendido la situación. Y todo gracias a su mascota, cuya historia ha querido hacer pública. Asegura que no es la primera vez que la despierta para alertarla de una anomalía y que no se separa de ella.
Perros preparados para ayudar a los diabéticos
Hace tiempo conocíamos la historia de cómo un perro puede convertirse en un gran aliado en casos precisamente de diabetes. Con 20 minutos de antelación, es capaz de detectar un ataque de hipoglucemia gracias a su olfato, alertando al paciente de que sus niveles de azúcar en la sangre están por debajo de los 60 mg/dl. Así nos lo contaban desde la Fundación Bocalán, una escuela de formación canina, donde, entre otras misiones, entrenan a animales detectores que favorecen la autonomía de personas diabéticas. "Entrenamos al perro en nuestras instalaciones gracias a las muestras que nos envían los futuros usuarios. Se trata de muestras de sudor o de saliva que se recogen en el momento que el paciente está sufriendo una bajada de azúcar en sangre", nos contaba Alba Dorda, responsable de la Fundación.