La contaminación también afecta a nuestro cabello, ¡descubre cómo remediarlo!
Unos pequeños gestos pueden ayudar a reparar el desgaste de un pelo perjudicado por la polución ambiental
Nuestro cuerpo se ve expuesto diariamente a múltiples agentes externos que inciden directamente en él de manera muy negativa, uno de ellos es la contaminación. Del mismo modo que la polución provoca alteraciones nocivas en nuestro sistema respiratorio o en la piel, el cabello es una de las partes de nuestro cuerpo cuyas propiedades se ven seriamente alteradas por los agentes contaminantes. El estilista Juan Carlos Fano,propietario del Salón Juan Carlos Fano, hace especial hincapié en la relación directa que existe entre el pelo y la piel para entender de qué manera se ve perjudicado: "La gente se olvida de que el pelo nace sobre la piel, sobre el llamado el cuero cabelludo. Todo lo que afecta a nuestra piel afecta también a ese cuero cabelludo y, como consecuencia, al cabello. Es como si afectara a la tierra de una maceta; si no se cuida la tierra y se abona correctamente no sale una flor sana y bonita. Cuando las partículas contaminantes se acumulan sobre la fibra capilar, el pelo se asfixia y se apaga".
En este sentido, y como asegura nuestro experto, los efectos que tiene la contaminación sobre la melena son tan visibles y relevantes como en cualquier otra parte de nuestro cuerpo: "Cuando el cuero cabelludo se siente agredido por las consecuencias medioambientales, se produce una extraproducción de sebo y el folículo piloso se satura. Este debe estar perfectamente limpio; tenemos que tener la responsabilidad de limpiar en profundidad el cuero cabelludo y retirar este sebo que perjudica al folículo piloso". Unos efectos internos que se ven externamente: "Se produce una pérdida de luminosidad -no solo la luz natural sino también la que pueda darte una coloración artificial, ya que si un pelo no está sano las escamas no están cicatrizadas y se pierde el color-, también se producen caídas por asfixia, la aparición de caspa… El cabello que nace es menos sano".
Las vías de actuación para luchar contra los efectos nocivos de los agentes medioambientales en nuestro cabello pasan por la protección (a priori) y la reparación (cuando existe un daño visible). En el paso previo, Juan Carlos deja claro cuál es la base de la protección del cabello: "Lo más importante es cuidar la piel de la que el cabello nace. Es muy importante la inversión en champú", que recomienda comprar bien en farmacia bien en tu centro de peluquería especializado. "Más que la contaminación ambiental lo que más perjudica es lo que nos aplicamos nosotros mismos de manera inadecuada", afirma el especialista.
Una vez producido el deterioro, la reparación parte de unas pautas que deben ser asumidas, como apunta el experto, como un hábito: "En los cabellos estropeados hay que arrastrar la suciedad y la contaminación, limpiar para que oxigene y cicatrizar con productos ácidos. Es importante lavarnos con elementos que no nos aporten más suciedad. Hay que evitar las siliconas, desintoxicar de elementos cosméticos artificiales. Todo lo que lleve plástico hay que retirarlo. El champú solo tiene que lavar". Una rutina en la que el acondicionador juega un papel clave: "Después, elegir qué producto acondicionador se ajusta a nuestras necesidades y que por su efecto ácido cierre las escamas. Es importante acondicionar siempre, pues un paso alcaliniza y el otro acidifica. Hay que unificar de raíz a puntas con un producto de calidad. Si no se dispone de presupuesto, el vinagre de manzana es una alternativa". Si se quiere dar un toque extra al cuidado de la melena, también existen novedosas opciones: "En muchos salones especializados se puede aplicar en el momento del lavado un baño de mineralización que mineraliza y vitaliza el cuero cabelludo", concluye nuestro especialista.