Todos tenemos talentos. Incluso las personas que piensan que no los tienen. Incluso cuando atravesamos épocas complicadas en las que nuestra autoestima hace aguas y nos despojamos de todo valor. Siempre hay talento porque es inherente a nosotros. "Nuestros talentos son las acciones que hacemos de manera excelente, desde siempre y sin ningún esfuerzo. Es algo tan fácil y natural para nosotros mismos que ya ni siquiera nos damos cuenta de ello", nos explica Caroline Ladousse, cofundadora de Cometa (www.joincometa.com), proyecto dedicado a la búsqueda y potenciación de habilidades. "Por eso, se necesita un cambio radical de mirada para descubrirlos", apunta.
Una nueva mirada que ofrecen, por ejemplo, disciplinas como el arte, la meditación o el coaching, en las que ella particularmente confía para recorrer el camino de la búsqueda de talento interior: "Nos ofrecen diferentes espejos para darnos cuenta de nuestros talentos. Con el teatro nuestros talentos se revelan a través de la manera que seducimos al público, que reaccionamos delante de la sorpresa, que divertimos a los demás. Con el coaching nos damos cuenta de la coherencia de nuestros talentos a lo largo de nuestra vida y con la meditación conseguimos el foco y la conciencia necesarios para darnos cuenta de nuestros talentos".
Reconecta con tu brújula interior
No solo somos mente, aunque esta tiende a apoderarse del control estamos entrenados en materia de emocionalidad y cuerpo. "En periodos de cambios e incertidumbre nos frenamos con pensamientos limitantes, miedos y fantasías creadas por nuestra mente", comenta Caroline. "El trabajo con el cuerpo, a través de la meditación, el teatro y la práctica del yoga permite relajar la mente, desconectar de los agobios, y poco a poco, reconectar con el sentir. El cuerpo es muy sabio, sabe mejor que nadie qué necesitamos, qué proyectos nos mueven o no, qué opción elegir".
Ponte en acción ¡ya!
La experta nos ofrece tres técnicas sencillas que podrás poner en práctica para iniciar tu camino hacia el descubrimiento de tus propios talentos. Te ayudarán, también, a tomar conciencia de tus necesidades, deseos y aspiraciones más profundas.
El Journaling. Consiste en escribir cada día a la vuelta del trabajo un balance de la jornada, en el que te contestes a estas preguntas:
- ¿Qué momento de mi día de hoy me ha gustado más? ¿Qué me gustó en ello?
- ¿En qué momento me he sentido buena en lo que hacía?
- ¿Qué momento no me ha gustado? ¿Por qué? ¿Qué necesitaba en este momento?
La encuesta pública. Consiste en preguntar a los demás qué talentos ven en nosotros mismos. Elige 5 personas con quienes tengas confianza (compañeros de trabajo, exjefes, amigos…) y pídeles que te contesten (por mail) con honestidad y ejemplos concretos a las preguntas siguientes:
- ¿Según tú, cuáles son mis 3 mayores cualidades?
- Si tuvieras que presentarme a alguien que no me conoce, ¿cómo me describirías?
- ¿Cuándo fue una de las últimas veces que te ayudé? ¿En qué te he ayudado?
La lista de sus Flows. Dibuja en una hoja de papel una gran línea horizontal que represente tu vida. Escribe en ella todos los momentos de 'Flow' (un momento en el cual estás haciendo algo que te absorbe totalmente, pierdes toda percepción del tiempo, estás totalmente apasionado en lo que haces. Importante: tiene que ser una acción. No puede ser mirar una película o escuchar un concierto). Pueden ser tanto personales como profesionales. Apúntalos y pregúntate por cada uno de ellos qué fue lo que específicamente te gusto de ellos. Para terminar, comparte tu lista con un amigo, pues el simple hecho de verbalizar te ayudará a ganar conciencia de lo que se repite en el tiempo. Eso compone tu talento interno.