Estos rasgos te definen como una persona celosa, y así puedes combatirlos
Si tienes la sensación de que siempre te toca ser el 'poli' malo de la relación, e interrogas a tu pareja para saber dónde estuvo y con quién, probablemente estéis pasando por problemas muy serios en vuestra relación que tengan que ver con los celos.
En toda relación amorosa existen fronteras entre el amor y la inseguridad. Porque cuando valoramos mucho a nuestra pareja también pueden surgir pensamientos que nos hagan temer perderla y que magnifiquen los indicios para hacernos creer que merecemos estar a su lado, o que siempre habrá alguien mejor que pueda gustarle más.
Estas situaciones son fruto de una baja autoestima y de unos temores que, si la pareja se rige por una relación sana, no deberían de pasar de una anécdota en ciertos momentos bajos o de un temor concreto ante situaciones contadas. El problema viene cuando los celos y esta situación de temor se hacen continuos, y podemos impregnar la relación de una desconfianza que haga irrespirable mantenerla.
De hecho, los celos son causantes en sí mismos de rupturas. Como una pescadilla que se muerde la cola, de una relación en la que no existían problemas, estos pueden aflorar a causa de un excesivo control sobre qué hace y con quién nuestra pareja. Así surgen discusiones y peleas, y poco a poco se va haciendo hueco un distanciamiento que puede ser insalvable.
Para no caer en las redes de los celos, conviene tener en cuenta cuáles son los rasgos más acuciantes de las personas que lo sufren, y poner remedio cuanto antes. Reconocerlo es el primer paso para relativizar las pistas que pueden hacerte pensar que existen razones para los celos.
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Si sientes cierta ansiedad cuando piensas que tu pareja oculta cosas
No saber donde está, con quién va, o si existen personas que tú no conoces que forman parte de su círculo y que tal vez te están robando protagonismo en su vida, son algunas de las preguntas continuas que se realizan las personas que han convertido sus celos en un problema serio que roza la patología. Esto se agrava cuando, para saber más de tu pareja, revisas sus mensajes del móvil: whatsapps, redes sociales… Si has sobrepasado esta barrera, el tema puede ser bastante grave.
Las ideas que comúnmente fluyen en tu cabeza son que existen personas del círculo cercano de tu pareja (amigos, compañeros de trabajo, conocidos del barrio…) que constantemente le podrían tentar a iniciar una infidelidad. Estas ideas aparecen en tu mente como un mantra, y te hacen desconfiar aun cuando haces un esfuerzo por no caer en el temor de que alguien nuevo aceche a tu relación.
Si varias personas ya te han avisado de que te preocupas demasiado por el control de la pareja
Haz memoria y trata de recordar si hubo alguna situación en la que alguien bromeara sobre temas de infidelidad, ¿cómo te hizo sentir? Si recuerdas que en tu caso no te reiste en absoluto, sino que al contario, encontraste este un tema muy serio con el que te resultaría imposible frivolizar, es muy probable que constituya una de tus preocupaciones de cabecera.
Muy probablemente varias personas ya te han tratado de alertar sobre qué tratas de ejercer cierto control sobre tu relación, pero es posible que ni lo recuerdes porque has interpretado que no estaban en lo cierto y que exageraban. Sin embargo, cuando ejercemos un seguimiento muy cercano de nuestra relación, influidos por los celos, no es fácil que esta situación escape a la mirada de nuestros seres queridos y que ellos nos pongan en aviso de que estamos atravesando cierta línea que comienza a no ser habitual en una relación sana.
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Si tienes la sensación de que en las relaciones tú sufres más de lo normal
Si echas la vista atrás en tus relaciones amorosas, e incluso tal vez algunas amistades, puede que logres identificar que siempre hay un halo de sufrimiento en tu estado anímico. Es como si todo fuera contra ti, y te resultara muy difícil soportar el peso de la relación, pues comúnmente surgen en ti dudas, inseguridades y temores sobre la posibilidad de que tu pareja no sea fiel o de que quienes le rodean le induzcan a no serlo.
Esto se traduce en un estrés muy pronunciado, pues implica una preocupación capital que absorbe tu vida. Si la fidelidad es el problemas con el que te acuestas por las noches y lo primero que piensas por la mañana, sin duda tienes un problema, pues no te permite disfrutar de tu vida de forma plena, y probablemente haces que tu pareja tampoco pueda hacerlo.
Es cuestión de autoestima
Si continuamente encuentras razones para pensar que tu pareja ríe más con otras personas, mira con deseo a otros o concede más valor a los logros de los demás, esto tiene que ver con que contínuamente mides tu valía contra la de los demás, y sientes que sales perdiendo.
Uno de los objetivos primordiales para trabajar en positivo los celos y superarlos es darte cuenta de que no existen razones para que tu relación se vaya al traste porque tu pareja desee ser infiel o abandonarte por otra persona, sino que el principal problema de vuestra relación es que conviertes el aire en irrespirable no dejando espacio para la libertad y la confianza.
Por esta razón, es primordial no poner el énfasis en “otras personas”, sino en vosotros mismos. Ten en cuenta que tu pareja podría dejarte, pero no para iniciar otra relación sino porque la presión continua volcada en controlar, desconfiar, pedir explicaciones y demás no solo te afecta a ti y te hace infeliz, sino que muy probablemente también hace que tu pareja pierda la esperanza en la relación.
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