La pregunta de 'por qué sigo engordando si estoy haciendo ejercicio' es una cuestión recurrente en personas que, durante largo tiempo, han llevado una vida sedentaria o no se han visto familiarizadas con la actividad física. Es probable que esta duda surja como consecuencia de no tener muy clara la relación estrecha que hay entre ejercicio, dieta y descanso.
En primer lugar, cabe señalar algo obvio pero que viene bien recordar de vez en cuando: por mucho que te mates a entrenar con largas sesiones de cardio y de pesas, si ingieres más calorías de las que gastas, vas a subir de peso. La dieta es la clave cuando hablamos de pérdidas o ganancias de peso. Incluso más importante que el ejercicio físico.
Por otra parte, hay que resaltar que una gran parte de las personas que no han llevado nunca una vida activa, cuando toman la decisión de comenzar por primera vez a entrenar suben de peso. ¿Cómo es esto posible? Ocurre, básicamente, porque el organismo no está preparado todavía para asimilar esos estímulos que se le están dando con el deporte.
Cuando se inician en el entrenamiento, se producen unas microrroturas en las fibras de sus músculos que llevan a pequeñas inflamaciones y también se retienen más líquidos de lo habitual. Por lo que sí, al principio va a costar un poco más. Pero esto solo va a durar un par de semanas, un mes a lo sumo. El tiempo que desde Infinit Fitness marcamos para adquirir el hábito de entrenamiento, totalmente necesario para mantenerlo en el tiempo y ser constante. Al cabo de este periodo, si se sigue una dieta adecuada y se continúa con el plan de entrenamiento, se empezará a bajar de peso.
Dicho esto, vamos a dar cinco consejos para ser eficientes a la hora de entrenar si somos principiantes, así como para empezar a llevar una dieta saludable.
Cómo debe ser el entrenamiento
- El trabajo cardiovascular se puede realizar de muchas maneras. No tienes por qué correr. Empieza andando, haz bici, elíptica y si te gusta nadar, nada. Cuando ganes algo de tonificación y masa muscular, entonces corre si te apetece.
- Varía los entrenamientos y no sometas siempre a tu cuerpo a los mismos estímulos.
- Introduce ejercicios de fuerza con cargas o peso.
- Incorpora ejercicios para la ganancia de flexibilidad y movilidad articular.
- Haz una sesión de HIIT(entrenamiento de alta intensidad) a la semana.
La dieta para perder peso
- Evita los procesados y la bollería industrial. Las verduras y el pescado deben ser un estar presentes en tu dieta.
- Mantente hidratado todo el día. Además, el mero hecho de beber y llevarse algo a la boca, aunque sea líquido, muchas veces termina con el deseo de ingerir algo sólido.
- Si comes entre horas, que sea algo sano: frutos secos, fruta, barritas de cereales o chocolate (sí, chocolate, pero del negro, con un mínimo del 70% de cacao y preferiblemente superior al 85%), entre otras opciones.
- Intenta no caer en la tentación de picar o excederte. Y si esto ocurre un día, compensa al día siguiente. Recuerda que, según los expertos en nutrición, lo que importa es la dieta global.
Y, por último, no te olvides de dormir un mínimo de ocho horas. El descanso, que además debe ser de calidad, es la tercera pata junto con la dieta y el ejercicio que nos garantizará una mejor calidad de vida y nos acercará a nuestros objetivos.