El running es uno de los ejercicios más sencillos y baratos que podemos practicar: solo necesitamos unas zapatillas apropiadas, ropa ligera para no retener el exceso de sudor y algo de voluntad. Correr puede resultar muy divertido al comienzo, porque en nuestro día a día probablemente sean pocas las ocasiones en las que corremos, y aporta otra perspectiva de la ciudad. Sin embargo es muy común que con el paso del tiempo salir a correr se convierta en una rutina algo aburrida.
Renueva la energía, cambia tu equipamiento
Si hace mucho que no te ilusiona correr, parte de hacer cambios meramente superficiales, porque son los más fáciles y también lo más lucidos. Cómprate ropa nueva que potencie tu atractivo, siéntete en plena renovación y haz gala de ella.
Igualmente, piensa si existe alguna forma de escuchar música que sea aun mejor, un nuevo sistema de auriculares tal vez, o una nueva lista de reproducción que te motive y que suponga una novedad. Tal vez música de cuando eras muy joven, o aquellas canciones que escuchaste una y otra vez en un viaje mágico.
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Si ya te sabes de memoria tu ciudad, prueba a correr de noche
Cuando cambiamos nuestros hábitos y corremos de noche es como si una nueva ciudad se abriera ante nosotros. De noche el golpe de calor que en primavera podemos sufrir se minimiza considerablemente, la temperatura anima a correr y el espacio está más despejado; no te molestarán personas yendo y viniendo, turistas o estudiantes. Tienes las las plazas para ti, igual que las avenidas y los parques.
Corriendo de noche las canciones tienen otro significado, la música que te puede apetecer cambia, y es probable que redescubras otros estilos que de día tenías vetados y que nazca en tí una sensación más zen y placentera al ver cómo la luz nocturna de la luna y la farolas te acompañan. Y cuando termines de correr, nunca te habrá sabido tan bien la ducha e irte a la cama. Dormirás como los ángeles, descansarás mejor y probablemente afrontarás el día siguiente con una energía inusitada.
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Invita a amigos y transforma el recorrido
Si llevas mucho tiempo corriendo en solitario plantéate compartir esta experiencia con otras personas y aprovechar todo lo bueno que ellos pueden aportarte. Prueba nuevos recorridos, sé tú el invitado de otros y descubre los secretos de barrios y zonas en la que no habías reparado, y hazlas tuyas para alternar con las de siempre.
Al ir en compañía notarás cómo tu paso empieza a tener en cuenta el ritmo del otro, y te puedes retar a sobrepasarle, te preocupas por esperarle, y así emprendes una relación no verbal con tu compañero. Esto hace, no solo que aprecies los beneficios de ir con compañía, sino que cuando vuelvas a correr en solitario vuelvas a disfrutar de la libertad que habías dejado por un tiempo.
Utiliza aplicaciones
Si no lo haces ya, utilizar aplicaciones para running pueden suponer un acicate para motivarte. Con ellas verás el ritmo, la distancia, la velocidad y las calorías que quemas en tu carrera. Además, un coach virtual puede proponerte ejercicios y retos que te motiven.
Otras aplicaciones sugieren listados de las canciones favoritas de la gente para correr, comparten tus logros en redes sociales y los añaden a rankings, y te proponen planes de entrenamiento en equipo con tus amigos y familiares. También, hay aplicaciones que te ayudarán a centrar todo el esfuerzo del running en perder peso y, a la vez, te harán recomendaciones nutricionales para sacar partido a este esfuerzo.
Y si lo que quieres es hacer volar tu imaginación, existen aplicaciones que generan una premisa de ficción para correr. Así que no hay razones para que salir a correr vuelva a ser aburrido, solo hay que innovar un poco para seguir disfrutando de tu deporte.
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