Medio ambiente

La contaminación dentro de casa puede ser tan peligrosa para la salud como la exterior

Nuestros hogares con un importante foco de acumulación de partículas químicas y bacterias nocivas para el organismo

por Gtresonline

La contaminación del medio ambiente se ha convertido en uno de las principales causas de preocupación para la población en los últimos años. La acumulación de partículas y residuos contaminantes  en el aire que respiramos (procedentes del tráfico o de la excesiva industrialización de algunas ciudades) es una de las principales causas de algunas afecciones físicas, como el síndrome del ojo seco, y supone un riesgo extra para las embarazadas. Además, también es capaz de afectar a la irritabilidad de las personas y tiene un importante coste emocional según la ciencia. Sin embargo, todos estos peligros no solo existen en el exterior. Por extraño que parezca nuestro propio hogar también es un foco de contaminación al que estamos expuestos todos los días de manera completamente inconsciente

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Los seres humanos pasamos una parte considerable del tiempo respirando el aire de espacios cerrados en los que, por medio de muy diversas fuentes, pueden generarse contaminantes que deterioren su calidad y constituyan un importante factor de riesgo para la salud. La OMS ha cifrado en 2 millones el número de muertes anuales en el mundo atribuibles a la contaminación del aire interior, clasificando este fenómeno como uno de los principales factores de riesgo evitable. Las personas asmáticas, los niños y los ancianos son los sectores de la población más expuestos a estos agentes contaminantes. Pero, ¿de dónde proceden son los peligros potenciales a los que nos enfrentamos entre las cuatro paredes de casa? Estos son algunos de los principales.

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Deficiencias en la ventilación

La mala combustión de aparatos de calefacción, cocinas, estufas u hornos de gas pueden liberar distintos contaminantes, entre los que destaca el monóxido de carbono (CO), un gas incoloro, inodoro y altamente toxico que puede causar la muerte cuando se respira en niveles elevados. Una deficiencia en la ventilación de nuestros hogares podría provocar una condensación de estas partículas en el ambiente con su consiguiente peligro para la salud, de modo que es muy importante llevar a cabo revisiones periódicas de todos los sistemas de acondicionamiento del aire en casa, así como asegurarnos de abrir las ventanas con frecuencia para diluir los contaminantes del aire y refrescar el ambiente.

Cosméticos y productos de limpieza

Los productos que usamos diariamente para nuestro aseo personal están llenos de ingredientes tóxicos que pueden provocar cáncer, asma, infecciones respiratorias e, incluso, infertilidad. Cosméticos tan cotidianos como champús, geles, cremas hidratantes, perfumes o desodorantes contienen partículas respirables irritantes, aunque casi siempre en baja concentración que en muchas ocasiones no han sido evaluados por las autoridades sanitarias competentes por lo que no se sabe qué efecto pueden tener sobre nuestro organismo. Unos importantes riesgos que también se trasladan a detergentes, jabones y todo tipo de productos que empleamos para la limpieza de nuestros hogares.

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Limpieza deficiente

No limpiar los muebles y las superficies de nuestra casa de manera correcta acumula numerosos microorganismos en cualquier rincón. Hablamos de ácaros del polvo y hongos que proliferan en lugares con excesiva humedad o en todo tipo de tejidos, como alfombras, toallas o ropa de cama si no se lavan con periodicidad y adecuadamente. Se trata de microorganismos que pueden dar lugar a alergias, asma afecciones respiratorias y en el peor de los casos, infección por legionela.